7| ¿Tío Rowan?

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Estoy flotando.

Bueno, no, sé que estoy en la cama, pero se siente como estar flotando.

No se trata de la suavidad del colchón o del calor que emana el cuerpo de Nolan, lamentablemente.

Sé que ya dormí demasiado y debería estar sacando mi modesto trasero de aquí para ir a estudiar, pero no puedo, es como si el monstruo de la flojera se hubiese echado sobre mí. Podría dejar de luchar con el sueño y el cansancio y dormir otras diez horas, ya que estamos, pero esta no es mi casa y mi noche de gloria se terminó.

Es hora de despertar.

Tomo una fuerte respiración y abro los ojos tanto como me permiten mis párpados, que ahora pesan una tonelada, y lo único que soy capaz de mirar con esta vista borrosa, es lo que creo que es la espalda de Nolan.

Solo la espalda, solo la piel, solo Nolan.

Ay, Dios mío, gracias por este regalo.

Sus músculos forjados por el atletismo se flexionan cuando extiende los brazos para ponerse su camiseta y yo me aferro a cada centímetro de su visiblemente suave piel hasta que desaparece.

Cierro los ojos otra vez, queriendo almacenar el recuerdo.

Cuando encuentro fuerzas y motivación para abrirlos, no puedo hacer más que gritar porque el rostro de Nolan está justo frente al mío, con los ojos llenos de curiosidad.

Él ríe, hincándose al borde de la cama.

—Creí que jamás despertarías.

Cuando diviso el despertador de su cómoda, leo que casi son las nueve.

Maldigo a Cristy y a sus galletas adulteradas por hacerme esto.

Me siento finalmente y con las manos en el rostro, me doy cuenta de la humedad en mi mejilla derecha. ¿Estuve babeando?

—Carajo... —murmuro incrédulo.

—Está bien, las llevaré a lavar y problema resuelto —ríe Nolan, poniéndose de pie—. ¿Vas a clases hoy?

Cielos, no quiero. Mi cuerpo me pide dormir el día entero hasta mañana.

Si estuviese en mi cama, no lo pensaría demasiado. Pero debo ver a Zek, no puedo dejar que reciba todo el furor que causará la entrevista él solo.

Me levanto finalmente, dándome cuenta de que la gravedad aparentemente aumentó y mantenerme de pie ahora representa un esfuerzo abismal.

Como puedo voy al baño mientras Nolan me espera. Cuando bajo, su madre me tiende el desayuno con una sonrisa radiante, seguramente emocionada hasta el pelo de saber que su hijo tiene un amigo.

Sí, es lo que soy, ya que.

Pasaré mi trago amargo con el buen café que prepara esta señora.

Nolan me lleva hasta mi casa para cambiarme y darme un baño. Lo dejo irse, prefiero ir por mi cuenta que hacerlo esperar.

Después de darme un baño mi mamá se digna a despertar y me saluda creyendo que pasé la noche aquí. No tengo corazón para decirle que tuve la noche más fantasiosa de mi vida, hasta los momentos, así que le sigo la corriente y tomó mi camino para ir a clases.

Las miradas que me disparan al llegar no me sorprenden en lo absoluto.

Mi celular suena con la llamada entrante de Zek.

—¿Sí?

Somos famosos, destrozador.

¿Dónde te metiste?

Impostores [𝓒𝓸𝓶𝓹𝓵𝓮𝓽𝓪𝓭𝓪]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora