☯︎Kaia vive y respira el océano en la costa de Hawai. Eso fue hasta que un desafortunado incidente le hizo perder su amor por el surf y de repente se mudo a Japón. Kaia pronto se conecta de nuevo con sus raíces del surf cuando se encuentra con un pa...
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Kaoru se había ido a su reunión hace unas horas. Tenía curiosidad por saber a dónde fue, ya que el atuendo que dejó era bastante extravagante.
Me había mostrado brevemente las necesidades de la casa, como las toallas y la muda de ropa. Miré el reloj y suspiré para mí.
"Debería preparar una comida ya que parece que volverá tarde".
Me arremangué y me quité los guantes. Tenía suficiente comida para preparar una comida decente, pero por lo demás escaseaba. Decidí que probablemente comía fuera a menudo ya que no almacenaba mucha comida. Por lo que tenía decidí hacer arroz al curry. Era bastante simple ya que era un plato fácil considerando que tenía algunos paquetes de curry prefabricados. Coloqué el arroz en la olla mientras juntaba los ingredientes y los agregaba con el curry artificial. Todo el proceso tomó al menos treinta minutos cuando terminé y me senté a la mesa.
Terminé mi porción y dejé la porción de Kaoru sentada en el mostrador con una cubierta. Admiré el estilo tradicional de su casa mientras subía las escaleras para darme una ducha.
El baño se llenó de vapor cuando finalmente me despojé de mis diversas capas de ropa. Mis tatuajes me fueron revelados en el espejo mientras pasaba mis manos por mis detalladas mangas. Me quité el lazo del cabello, lo que hizo que cayera libremente por mi espalda. Cuando me metí en la ducha, me quedé tranquilamente mientras el agua calentaba mi espalda y mis músculos se relajaban.
"Estoy seguro de que a Sakurayashiki no le importarían los tatuajes", me dije. El símbolo del yin yang en mi mano me llamó la atención y tracé la tinta.
"El equilibrio lo es todo", repitió la voz familiar de mis recuerdos.
Giré mi cabeza, sorprendido. Cubrí el símbolo y lo agarré con fuerza con la otra mano. Me apoyé en la pared de la ducha para ordenar mis pensamientos y me apresuré a salir. Envolví la toalla alrededor de mi cintura y usé una más pequeña para secarme el cabello. Luego salí del baño en busca del armario de ropa de repuesto.
POV Autora
Kaoru se detuvo a un lado de su casa con la adrenalina corriendo por sus venas. La actuación que dio el novato superó con creces sus expectativas. El joven era un snowboarder convertido en patinador que había traído su invierno a Okinawa. Se quitó la máscara de la cara una vez que entró en la casa y se bajó la cola de caballo. Su estómago gruñó mientras caminaba hacia la cocina con un leve olor a algo en el aire. Un cuenco pequeño con una cubierta llamó su atención.
"¿Me guardo algo de comida?" Kaoru murmuró antes de probar un poco de curry. "Y también es bastante bueno".
El leve sonido de puertas abriéndose y cerrándose llegó desde arriba. Seguido de pasos bajando las escaleras. Kaia no había escuchado a Kaoru regresar mientras buscaba el armario. Había olvidado dónde le había mostrado el armario durante el breve recorrido. Kaia se apartó el pelo de la cara con frustración mientras bajaba las escaleras y se dirigía a la cocina.
"Debería colocar el curry en un lugar mejor para cuando regrese", murmuró hasta que entró y se encontró con él ya comiendo la comida que preparó. "Sr. Sakurayashiki, bienvenido de nuevo."
El hombre de cabello rosado levantó la vista de su comida para saludarlo, pero de repente se atragantó con el arroz. La apariencia de Kaia lo sorprendió de sus varios tatuajes a su cuerpo bastante expuesto. Kaia se acercó a él y le tendió la mano con preocupación.
"¿Estás bien?"
Dejó escapar una pequeña tos y le indicó que se fuera, "Muy bien". Kaia trajo un poco de agua y la colocó cerca de él. Kaoru bloqueó su vista de Kaia con su mano mientras se giraba y alcanzaba el agua.
"Entonces, ¿tienes tatuajes?" Dijo con curiosidad mientras seguía sin mirarlo.
"Oh, sí. ¿Le hacen sentir incómodo, señor?" Kaia preguntó con una pequeña sonrisa pero apretó su puño alrededor de la pequeña toalla en su mano. Kaoru gradualmente se volvió hacia él y movió su abanico sobre su rostro. Se dio cuenta de la inseguridad de Kaia y lo miró a los ojos.
"No. No esperaba que tuvieras tatuajes así", admitió y se detuvo cuando le vino a la mente un cierto bruto de pelo verde. Hizo chasquear los dientes con molestia antes de vislumbrar a Kaia una vez más. Su rostro se sonrojó cuando obligó a sus ojos a no vagar y se escondió rápidamente detrás de su abanico.
"¡Además, claramente ese no es el problema aquí!"
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Espero que les halla gustado y nos vemos en el próximo capítulo, voten y ya saben que en mi perfil hay más historias.
