Megan Klein
Infierno, era así como me sentía en este encierro.
Aun cargo con la culpa de haber sido tan estúpida para no escuchar, para actuar de la forma en la que lo hice. Había consecuencias y lamentablemente no era yo quien las había pagado. Si no Eros.
Eros está muerto.
Muerto debido a mí.
Dejo escapar un enorme sollozo, sentía mi pecho oprimirse, la culpa y el dolor estaba consumiéndome lentamente. Me hago bolita sobre las sabanas, mi mundo se derrumba a cada momento que paso sin él. Eros se había convertido en mi día a día, aun no entiendo cómo es que sigo viva. Sé que la depresión me esta consumiendo de formas inexplicables, jamás había sentido un vacío tan grande como lo siento en este momento.
Toco mis muñecas, sabiendo que en ellas se refleja las marcas de mi estupidez, Kessley se había puesto furiosa. La entendía, entendía que me reprochara por ser tan cobarde, después de todo, esto se debía a mi estupidez. Yo era la causante de todo este desastre, estaba enfocada en demostrar que era mejor que mi hermana y ese capricho me había costado la vida de Eros.
Las lágrimas empañan mis ojos, de un momento a otro comienzo a llorar. Mi pecho arde como cada día que la culpa me abruma. Necesito salir, necesito visitar su tumba. Necesito disculparme, aunque no lo valga. Nada me lo va a devolver.
Este encierro me ahoga, me deprime de una forma que se siente casi asfixiante.
Me quedo inmóvil, no sé en que momento me quedo dormida. Esto se ha convertido en un jodido habito, no se como lidiar con todo lo que me pasa. Aun sigo sin poder aceptar que debo seguir adelante, ni siquiera pienso en merecer una vida feliz. No después de todo lo que ha pasado.
Despierto rodeada de oscuridad, no sé exactamente qué tan tarde sea, supongo que lo suficiente para que la luna resplandezca en lo alto de la ventana. Me siento sobre la cama.
Me costaba conciliar el sueño, me sentía inquieta. Sabia que tenia que salir de aquí, solo que aún no se me ocurría la forma en la que eso pudiese suceder.
Solo sé que necesitaba ponerle fin a todo esto. Tenia que tomar las riendas de mi vida, aceptar que me tocaba vivir con el dolor de la perdida, resignarme y comenzar a levantarme.
Debía dejar de compadecerme, tenia que ser fuerte por mi y por Eros, por todo el amor que deposito en mí, saldría de esta.Me encuentro perdida en mis pensamientos, siento que pasa una eternidad cuando escucho movimiento en el pasillo.
Me quedo inmóvil, esperando que los pasos se alejen de mi puerta, pero no, es todo lo contrario. Lo escucho detenerse frente a mi puerta.
Me levanto de la cama alerta ante cualquier amenaza.
La puerta se abre y realmente no podía ver a nadie, pues la obscuridad no me permitía que pudiese identificar a la persona que osaba entrar a mi cautiverio. Cada musculo de mi cuerpo entra en tensión, lista para cualquier señal de lucha. Sin embargo, eso nunca llega porque pese a que la oscuridad no me permite reconocerlo, su voz hace el resto del trabajo.
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Dangerous Obsession
Romance"De todas las armas del mundo, el amor es la más letal." -Kessley Klein. Esta historia es escrita unicamente de "Angelica Macías" Esta novela ya se encuentra registrada en Safe and Creative cualquier que plagio hacia mi historia se veran en serio...