19.- Park JiMin

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JiMin paso las siguientes tres semanas ignorando a todos sus amigos. Ya no respondía en sus grupos, ni los mensajes que todos lo mandaban. Ignoraba su celular mientras se encerraba en su apartamentos para poder estudiar sus materias importantes y comía junto a ChanYeol todas las tardes al salir de la Universidad. No hablaba con JungKook que era su mejor amigo y SeokJin que era su mayor favorito.

La mayor parte del tiempo se la pasaba en la cafetería ayudando a las señoras a servir, luego iba al ensayo de porristas y corría a la secundaria para sus asesorías de inglés que tenía programadas con algunas profesores.

Había bajado de peso incluso más de lo que sus amigos hubiese querido, su piel se veía tan pálida y sus ojos tan cansados. Todo en él era realmente diferente al Park JiMin de siempre. Ya no se quedaba a comer en la cafetería, ni se reía escándalosamente cuando alguien decía un chiste. No se quedaba al final de la jornada para ir a buscar a Soobin, Beomgyu y Chungka a la secundaria.

Ahora había un auto negro y un señor con un gorro negro esperado por él todo el tiempo. Ahora había seguridad a su alrededor cuando alguien quería hablar con él. Y JungKook creía saber por qué.

Había reunido a sus amigos en una de las cafeterías favoritas de JiMin y en la que últimamente estaba junto a su hermano mayor, para hablar con ellos sobre los Park. Aquellos señores llenos de estándares superficiales. JungKook sabía que en esas semanas que JiMin no habló con ellos sólo tenían un motivo: el baile anual de los Park para encontrar pareja para JiMin.

-Cada año, la señora y el señor Park organizan este baile con las familias más ricas de su círculo. La invitación va dirigida, más que nada, para los hijos jóvenes que tengan la edad de JiMin. - dijo y se dio cuenta de las caras en sus amigos. - este año el baile será en Incheon y JiMin debe presentarse en él sabiendo las costumbres de sus padres y las familias. ChanYeol debe estar con él por ello.

-¿Un baile para que consiga pareja? - preguntó YoonGi frunciendo las cejas. - ¡ya no estamos en la edad media! ¡Que mierda! - se quejo.

-La familia Park es muy tradicional. Cuando ChanYeol conoció a Baekhyun fue por ello también. Los Bhyun son una de las familias más importantes de Corea, YoonGi, ¿por qué crees que lo dejaron estar con él? De no ser así, entonces no serían algo.

-Okay, pero es una jodida mierda eso, ¿qué si él no quiere hacerlo más? ¿Qué si él ya encontró a la persona que le gusta y con la que quiere estar? - preguntó YoonGi con él ceño aún fruncido y los brazos cruzados.

Y justo cuando JungKook iba a responder a sus quejas, la campana de la cafetería sonó llamando la atención de todos en aquella mesa. Park JiMin y Park ChanYeol entraban siendo seguidos por la seguridad de siempre. El menor de los Park no llevaba libros, entre sus manos únicamente iba un sobre negro con un sello dorado en medio. Sus ojos estaban puestos en YoonGi y sus manitas temblaban demasiado. YoonGi quiso correr a él y abrazarlo, pero sabía que no podía.

-Hola. - saludo JiMin sin llegar a sonreír y esquivando miradas a toda costa, pues temían que las lágrimas lo traicionaran en ese momento. - sabía que los encontraría aquí. - dijo. - les traigo una invitación...

-¿A nosotros? - interrumpió TaeHyung mirando al menor con una ceja alzada, pues a diferencia de los demás, él estaba verdaderamente enojado con el chico de rosas cabellos. - creí que nos ignorabas.

-TaeHyung. - habló JungKook mirando al morenito frente a él.

-Yo...

-Tomen. - habló ChanYeol entregando las invitaciones a cada uno de ellos menos a YoonGi. - es el sábado a las ocho de la noche. Formales, presentables y de antifaz. No es necesario llevar regalo, pueden ir acompañados por una persona. En la invitación viene el color que deben llevar el antifaz.

JungKook asintió al igual que los demás. YoonGi ni siquiera estaba escuchándolo realmente, él sólo miraban a JiMin, como su menor miraba la tarjeta entre sus dedos y seguían temblando. Probablemente estaba a nada de llorar o ya lo estuviera haciendo en ese instante y le dolía. Vaya que así era, pero era muy consciente de que no podía hacer ningún movimiento sin que lo empujaron lejos del muchacho.

-Por favor no vayan hacer nada malo, JiMin se esforzó mucho para conseguir tenerlos a su lado esa noche. No lo arruinen. - dijo mirando a TaeHyung que ahora tenía los ojos abiertos ante las palabras del mayor.

Es que, ¿quién se hubiese esperado que JiMin quisiera tenerlos con él ese día? TaeHyung no podía creerlo.

-Vámonos. - dijo caminando con los guardias siguiéndolo. JiMin levantó la mirada, hizo una reverencia antes de seguir a su hermano fuera de la cafetería. YoonGi no dejó de mirarlo. Y JiMin sólo podía llorar dentro del auto con la invitación del mayor entre sus dedos.












YoonGi adiaba manejar de noche, realmente odiaba manejar también, pero no podía pedirles a sus padres un chófer si él perfectamente podía hacerlo. Subió las escaleras de su edificio hasta el piso cinco. Se sentía tan cansado y estresado. Tan enfadado de la Universidad que ahora solo quería dejarse caer en la cama par dormir. Nunca se espero que alguien estuviera fuera de su puerta esperándolo. Mucho menos que se alguien fuera JiMin.

El menor llevaba un abrigo rosa y un pantalón negro ajustado. Su cabello rosa estaba lacio pegado a su frente y el mascarilla cubría la mitad de su cara, lo único que podía ver muy bien, eran sus precioso ojos de rayita que tanto le gustaban.

Se acercó a él sonriendo. Lo había extrañado esas semanas que no hablaron, que no se vieron, en que no pudo abrazarlo como quería. En ese instante, no se contuvo y lo apretó en sus brazos con delicadeza haciendo que JiMin llorara en su pecho como un niño pequeño.

-Lo siento. - dijo aferrándose al mayor con fuerza. - yo no quise ignorarlo todo este tiempo.

-Tranquilo, yo entiendo. La rata sobremutada nos explicó. - respondió haciendo reír al menor un poco.

-Yo te traje algo. - JiMin se alejó un poco del mayor. Subió sus manos y YoonGi pudo ver la tarjeta negra que vio en la cafetería. Está no era igual a las que recibieron sus amigos. Pues el sello tenían una P en medio y los bordes del papal era de un dorado muy brillante mientras que las de los demás era negra con azul y sin sello.

-¿Qué es? ¿Dinero? - preguntó sonriendo. JiMin negó con las mejillas rojas por la vergüenza. - ¿una declaración de amor vergonzosa?

-¡No!, yo no hago esas cosas. - dijo sonriente. - es una invitación especial para el sábado. Yo, tengo que escoger 10 personas entre todos los invitados para salir con ellos durante la semana siguiente al baile. Yo quiero que seas el último con quien voy a salir.

-¿El último? - preguntó elevó una ceja. - eso no daña para nada mi ego y amor por ti.

JiMin sonrió. YoonGi también lo hizo.

-Sí pasó nueve citas sin problemas y me quejo una que otra vez, me obligarán a salir con él último chico de mis citas. Así que, si voy a sufrir toda una semana con muchachos idiotas, entonces quiero que el último sea perfecto.

-¡Ah! Te voy a besar, Park JiMin.

JiMin sonrió antes de sentir los labios de su mayor contra los suyos en un pequeño, tímido y tierno beso. Uno que logró espantar el miedo y la angustia en el chico que tenía el destino marcado de por vida.

¡Min YoonGi, ¿qué te pasa con Park JiMin?! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora