Eurídice entro a su habitación con lágrimas en los ojos - Ya no puedo más Dios mío, que he hecho para merecer esto, dime?
-¿ Mamá?, ¿Porqué lloras?- pregunto Emma, ¿peleaste con papá de nuevo?
-Emma mira, se que aún estás pequeña, pero hay algo que tengo que decirte, tú papá y yo, nos tenemos que tomar un tiempo...es decir separarnos- lloró más fuerte Eurídice
-No llores mamita, ¿pero porque se van a separar? ¿Porqué ya no me quieren? ¿Por mi culpa?
-No Emmita, jamás pienses eso hija, simplemente mira, llega un punto que las personas ya no se entienden si? Y lo mejor es alejarse, para evitar tener más problemas.
-Pero tú y papá se quieren, y somos una familia, ¿las familias se separan? - Cuestionó Emma, con cara de no estar entiendo lo que su mamá le decia.
- Si, somos una familia, pero aún así, cuando las personas ya no son felices dentro de esa familia, es cuando las personas se separan- le dijo Eurídice con mucha tristeza.
-Yo quiero mucho a mi papito y a ti, no me gustaría que se separen mami- comenzó a llorar y frotarse los tiernos ojitos con los puños.
- No lo sé, Emmita aún hay que hablar con tu papá.
Se escucha que caen cosas desde la sala y se cierra la puerta haciendo un ruido que se escuchó hasta la habitación donde están Emma y Eurídice
-Claro!! Más estúpida no podías ser! Llenandole la cabeza de cosas tontas a nuestra hija! - Dijo furioso Alejandro.
-Mira, no son cosas tontas Alejandro, solo trato de explicarle lo que ocurre, no está bien que ella esté sufriendo esto, le hago comprender como son las cosas, ella tiene que enterarse, ponte en su lugar, ella sufre viéndonos así.
-Como si mucho amaras a tu hija que sueles descuidarla, maldita zorra!! -Le dio un empujón y callo sobre el sillón de la sala.
-¿Que te pasa? No vez que la niña, lo está viendo todo??
-Mamita, papito, ya no se peleen, se que es mi culpa, prometo no molestar más- decía llorando y con una profunda tristeza Emmita.
- No hija, no es tu culpa tu padre tiene que recapacitar
- Recapacitar! Mujer recapacitar! Como quieres que haga eso, si mira la mujer que tengo como esposa, una inútil!!- Le soltó una bofetada a Eurídice
Eurídice se le fue encima tratando de agredir a Alejandro arañandole la cara, y rompiendole la camisa, mientras el le jalaba los cabellos y la empujaba hacia el piso.
-Mamaaa!! Noo! Papá no le pegueees!!- lloraba desconsolada Emma, y se lanzó a la calle corriendo, por ayuda corrió tan rápido y con los ojos llenos de lágrimas que no se dio cuenta que veía un auto.
-Emmaaaa!! Noo!! - Grito Eurídice, cuando escuchó, un golpe muy fuerte, y salió corriendo hacia la calle, y Emma había sido atropellada y lanzada, por un auto.
El conductor se bajó inmediatamente del vehículo, enseguida tomó el móvil y marcó a la ambulancia, esta llego unos minutos después del accidente, y de inmediato trasladaron a Emma a la unidad más cercana de la Colonia. Eurídice y Alejandro iban en la ambulancia mirándose con cara de odio.
Llegaron al hospital y les dan la noticia que tienen que hacerle una cirugía de urgencia a Emma, porque tiene lesiones en el cerebro.-No puede ser doctor! Haga algo por mi hija! - Llora tan fuerte Eurídice, suplicandole al doctor.
-Haremos lo que esta en nuestras manos señora- espetó el cirujano.
Este se retiró de la sala de espera.
-¿Porque mi niña?? ¿Porqueee?? -Lloraba casi al punto de gritar Eurídice - su mundo ahora era un frágil cristal en agonía...
Alejandro únicamente la observaba del otro lado de la sala, con sus ojos cristalizados.
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LA AGONÍA DE EURÍDICE
Non-Fiction¿Era todo mi culpa? Quizá sí, por dejarme vencer, por no cuidar, ni querer a mi alma, esta cada vez en agonía, vagando buscando un refugio para mí destrozado corazón.. cada día moría un poco más...