Tan solo un instante

Confiar en ti

"No puedo confiar en tí cada vez que confío en ti algo sale mal, no estás al 100%. Cada vez que pasa algo malo te adaptas a ellos con un positivismo que me agobia no eres consciente de lo que realmente ocurre no eres muy empático, flotas por encima de todo y no lo soporto por eso ya no vivimos juntos, hermano."

Esa frase perforó mi cerebro como un recuerdo intrusivo cuando tomé mis llaves para abrir la puerta principal, me quedé en silencio. Y mi vecino me miró algo desconcertado, después de unos breves instantes volví a mí. ¿Cuánto tiempo habrá sido realmente?

Cuando estábamos en la parada del autobús me dijo, me llamo Tomás y estrecho su mano con la mía.
Su postura estaba retraída como si estuviera enfermo sus hombros hacia delante cabeza cabizbaja una sonrisa que reflejaba más dolor que alegría y su mirada triste.
Mientras lo escaneaba el interrumpió mis pensamientos para preguntarme que cuánto tiempo llevaba viviendo en la casa de las cinco puertas, yo le respondí que 5 años. Y él se sorprendió wao eso es mucho tiempo, y por qué te mudaste aquí supongo qué por la universidad, ¿qué carrera estás haciendo que dura tanto tiempo? ¿Si está bien preguntar?, Claro.
Cuando empezó a interrogarme no lo sentí invasivo, más bien creo que quizás se sentía en una situación vulnerable porque hace un rato lo había visto llorar histérico y es como si de alguna forma se encontrará desnudo ante mí mostrandome todas sus cicatrices y eso puede llegar a ser aterrador, así que no tuve reparo en responderle.
Estoy estudiando sociología, y voy por el segundo año. Me tomé algunos años sabáticos antes de eso, porque no estaba seguro sobre que estudiar.
Ah entiendo, respondió.
Me quedé en silencio no tenía ganas de hablar me sentía exhausto y podía sentir que él también.
Pero antes de que nos quedamos en silencio por el resto del trayecto el hizo una pregunta que me mantuvo intranquilo más de lo que debería.
¿Por qué te mudaste a la casa de la 5 puertas?
El tiempo se detuvo, o por lo menos para mí, lo sentí como si fueron varias largas horas en dónde era obligado estar en frente de una televisión que proyectaba mis recuerdos y los escalofríos se adueñaron de mi cuerpo y adopté una posición de defensa así como los gatos en estado de alerta, mientras era expuesto a esa gran tv con los recuerdos pasando rápidamente como si se cambiara muy rápido de canal.

Mientras todo eso ocurría el dijo:
Perdón...
Quizás notó el vacío en mis ojos y toda mí expresión corporal.
Lo único que salió de mí fue, que no había que hablar de eso.

Nos bajamos del autobús y mi mente se enfrió cuando suspiré, llegamos a una tienda de helados en dónde nos sentamos a apreciar la compañía silenciosa, él se sentía mas tranquilo al saber que no todo dependía de él, pero yo aún sentía que nada dependía de mí. Era todo tan al azar, cuántas probabilidades hay de que tu universidad explote, mmm no lo sé.

+Antonio- dijo Tomás en tono de pregunta.
Le respondí, -¿si?-
+¿Por qué dijiste lo de si me tiraba por la ventana?
-Eh? Respondí,¿ te refieres a cuando dije de que te estábamos en un 3er piso y si te lanzabas se abriría un portal?

+Si, me respondió. Se que no me conoces pero el hecho de que creas que yo era capaz de hacer eso me crea un gran sentido de desconfianza hacia mí mismo hacia todos, porque, joder ¿cómo pensaste que podría llegar a algo así?
¿Solo por reaccionar al estrés?

Discúlpame no lo decía como si de verdad lo creyera, la gente que he visto explotar o matarse son las que más tranquilas ves, porque son como las que más aguantan y cargan. He visto a gente explotar de la nada y a veces lo hacen en silencio.

Entiendo, respondió.
¿Viste a alguien cercano a tí explotar y acabar con todo a su alrededor?
Dijo más bien como una afirmación que como pregunta, pero igual respondí:

Creo que sí, pero no logro recordarlo.