El demonio del arcángel Miguel [Midam/SPN]

Sangre de demonio

El cielo se encontraba en reunión, como era de costumbre todas las semanas para hacer las revisiones diarias. Sin embargo, ahora mismo muchos de los ángeles se encontraban bastante alterados por la reciente entrada de demonios al cielo

— No podemos permitir que esto siga ocurriendo. Realmente quieren quitarnos lo nuestro cuando ya le dimos suficiente — exclamó Raphael sentado en su silla y cruzado de brazos — Es inaceptable

— ¿A sí?, pues aquí la pregunta es ¿quién diablos los deja entrar?, esta claro que hay un infiltrado entre nosotros — habló Raziel con la misma agresividad que el otro arcángel

— Esto es culpa de la guardia, ¿no se suponía que tú estuvieras a cargo? — Metatrón apuntó a Raziel con una mirada asesina

— ¡Esto es todo culpa de...!

— ¡Suficiente! — Michael, quien estaba sentado en frente a los demás arcángeles golpeó su puño contra la mesa llamando la atención de todos los presentes — ¡No estamos en posición de reclamar a nadie por nada ahora!

— Y por qué no hablamos de tu irresponsabilidad como jefe, ¿donde estaba Michael? ¿no eras tú el encargado de vigilar la entrada? —

De inmediato la audaz mirada del líder de los ángeles se posó en el portador de esa voz. Metatrón era el siguiente al mando, lo miró con arrogancia mientras reía y apuntaba a todos los otros arcángeles

— Miren todos, el lindo hijo mayor de nuestro padre es una basura como jefe — fanfarroneó

De inmediato el mayor acorraló al Serafín contra sus manos en un ataque de ira. Todos se levantaron de sus lugares intentando calmar a Michael quien parecía querer destrozar al próximo que se atreva a cuestionar su trabajo

— Hermano, ¿de verdad vas a rebajarte a su altura? — Gabriel interrumpió con un semblante tranquilo — Ya deja al anciano en paz

Y finalmente Michael soltó a Metatrón a duras penas arrojándolo contra su silla. El viejo Serafín hizo un gesto exagerado fingiendo quedarse sin aire

— Ven, ¿ven de lo que hablo?, el jefe es demasiado prepotente

— ¡Cierra la boca...!

De pronto el chirrido de la puerta abriéndose llamó la atención de todos allí. La figura de un pequeño ángel vestido con un atuendo rojo y una tímida mirada se hizo presente. A su lado llevaba un pequeño demonio que estaba incluso más asustado que el ángel

— Señor, le traigo lo que pidió — Samandriel caminó lentamente bajo las despectivas miradas de sus superiores

Adam por el contrario no le prestaba atención a los arcángeles, más bien estaba maravillado con cierto arcángel que lo miraba con soberbia. Incluso de lejos no dejaba de verse precioso. Cuando sintió que Samandriel se deshizo de sus ataduras no intentó hacer nada, se quedó allí parado en frente de la enorme mesa sintiendose bastante incómodo

— ¿Este es el demonio del que nos hablaste? — Raphael frunció el ceño con su mano en su barbilla — Se ve más feo en persona

Adam quiso protestar, pero sentía que su única salvación era mantenerse callado

— Verán — Michael se incorporó caminando lentamente alrededor de la mesa, llenando de nervios al joven demonio de cabello rubio — Eh descubierto que cierta característica de estas cosas, puede ayudarnos — cuando llegó a la par del menor, lo miró de pies a cabeza juzgando cada parte de su ser. Adam no pudo sentirse más extraño en ese momento — La sangre de demonio es un factor que puede ayudarnos en la creación de nuevos soldados