El demonio del arcángel Miguel [Midam/SPN]

Ingenuo demonio

Nervioso. Adam Milligan estaba nervioso, oh vaya que lo estaba

Cuando Michael lo entregó a los ángeles jamás imaginó que tendría que desfilar frente toda la corte celestial y ángeles soldados. Con la vergüenza a flor de piel siguió el camino hacia la entrada y salida del cielo donde estaban esperando las guardias demoníacas

Jamás había sentido tanto odio por sus hermanos como lo estaba sintiendo ahora. Dean tenía su típica cara de idiota mientras fingía ser el hermano ejemplar del año

— ¡Adam! — Dean camino rápido hasta estrechar al menor en un fuerte abrazo — Pensé que habías muerto, Sam y yo...

— ¿No pudiste venir en otro momento? ¿Tenía que ser hoy? — dijo el menor apartando al caballero del infierno lejos de él

En parte, Dean y Adam eran iguales. Sam, hermano de ambos y el único con inteligencia al parecer, solía notar el parecido que tenían estos dos Winchester y Milligan. Que pese a que no tenían el mismo apellido, eran conocidos como hermanos en el infierno

— Lo siento niño, ahora toma tus cosas, nos regresamos — Dean hizo un gesto a sus guardias sin dirigir atención hacia los arcángeles y ángeles que estaban detrás de la entrada

— ¡No quiero irme! — exclamó el menor — ¡No puedes obligarme!

— ¿Que? ¿que mierda te ocurre?, te tenían secuestrado ¡¿quieres morir?!

Con insolencia contestó — Eso es asunto mío, no finjas ser mi familia

Harto de sus rabietas de niño de cinco años, Dean le dió una mirada amenazante idéntica a la que John solía darle a Sam cuando peleaban

— Nos regresamos — Dean tomó la muñeca del menor y la empujó hacia sí

— Dije que no. — insistió con rebeldía

— Si no me haces caso, mocoso ya verás

— ¿Veré qué? —

Dean se estaban conteniendo de no darle una paliza a Adam en ese momento. Para tranquilizarse, respiró hondo y sonrió con falsedad intentando no quedar mal con todos a su alrededor

— Nos iremos, te guste o no — siguió con su falsa sonrisa — No hagas esto más difícil

— Viniste por mí porque ya no hay nadie que haga haga tu trabajo ¿verdad? —

Absolutamente todo el cielo y media caballería infernal estaban mirando extrañados la interacción de ambos demonios. Un caballero del infierno y un demonio parecían estar teniendo problemas para hablar. Finalmente, Michael interrumpió y se metió entre los ángeles para hablar a solas con Dean Winchester

— Disculpen — Michael se entrometió, asustando a ambos demonios

— Señor Michael — Dean hizo una reverencia delante del arcángel lo que provocó que Adam riera entre dientes — ¿que haces?, has una reverencia — susurró para su hermano

— Mike — Adam intentó hacercarse al arcangel pero este lo apartó con indiferencia

— Deben irse, entorpecen el horario del cielo —

Adam no se lo esperó, jamás imaginó que Michael fuera capaz de empujarlo de nuevo al infierno cuando había prometido no dejarlo solo. Se llenó de rabia e impotencia en ese momento y apretó sus uñas en las palmas de sus manos intentando no ser muy dramático

— Pero Mike yo...

— Suficiente, no debes llamarme “Mike”. Soy tu superior, ahora debes irte, es una orden —

— Gracias mi señor — Dean tomó a Adam, quien estaba en completa negación en ese momento

Algo así como un pensamiento que cambió por completo sus sentimientos hacia el arcángel fue la escena en donde lo escucho hablando con Lucifer. Quizás si jamás sacaba a la luz el tema, Michael no hubiera enloquecido y no lo hubiera entregado a los demonios

Pero ya era tarde. Nisiquiera quiso despedirse de él y solo los únicos que lo despidieron fueron el arcángel Gabriel y el pequeño ángel llamado Samandriel

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— Hora de almorzar — Sam entró a la habitación de su pequeño hermano con una bandeja en sus manos — Dean me dijo que no estabas de buen humor, por lo que prepare tu comida favorita

— No quiero comer — Adam alejó la bandeja mientras seguía espaldas en su cama — No quiero estar aquí, quiero estar con él

— Supongo que te refieres al arcángel Michael, ¿verdad?

Adam asintió con miedo — ¿como supiste?

— No es difícil saber porque aún no te habían matado en en cielo — se sentó al lado de su medio hermano comprensivo — Dean quiere que ingreses con los demonios de encrucijada

— No por favor, todo menos con esos locos — se apretó el cabello con frustración

— ¿Pero que quieres hacer?, no puedes vivir del amor — se burló el castaño — Además, tienes que pensar que tú eres un demonio y él es el Rey del Cielo ¿realmente pensaban ir lejos con él?

Adam no podía aceptarlo, ni aunque lo amenazaran de muerte, no podía aceptar estar lejos del arcángel. Debía estar a su lado, protegerlo, acompañarlo. Quería todo con él

Si tan sólo fuera un ángel como los del cielo, Michael no lo hubiese tratado de esa forma

— ¿Sabes cómo es el cielo verdad? — preguntó Sam — Nada de sentimientos

— ¡Pero...!

— Además, Michael es un soldado, uno de los mejores. No creo que llegue a romper las reglas por nadie

Y suspiró profundamente mirando en un punto desconocido en su tétrica habitación. Lamentablemente Sam tenía razón, su capricho lo llevo a obsesionarse con el arcángel hasta el punto de que no podía vivir sin tenerlo cerca. Eso era lo que los humanos llamaban dependencia, y lo que Adam reconocía a la perfección luego de una buena charla

Se había vuelto dependiente de nuevo. Como lo era siempre

— A como yo lo veo, Michael solo jugó contigo — Sam se incorporó mirando al menor con arrogancia — No debes dejar que suceda, ellos son nuestros enemigos

— Pero, p-pero el dijo... —

— Adam. —

Maldita sea, estaba en lo correcto. ¿pero cómo podría olvidarse de Michael cuando ni siquiera puedo ver al arcángel en su forma original?. Solo era un juego, solo fue un juego de los arcángeles

Michael no podía haberle hecho eso. Estaba seguro de que lo amaba. Estaba seguro de que podría tener una familia como siempre quiso

“ingenuo”

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— ¿Por qué tanto drama? — se burló la Oscuridad mientras leía lo que su hermano escribía

— ¿Que quieres que haga?, sin drama no hay historia — sonrió Chuck escribiendo en la pequeña computadora a su lado — Además, debí esforzarme con esta historia, la anterior me quedo muy inconclusa

— ¿Un demonio con un arcángel?, como logras eso — dijo Amara — Además, ¿no crees que deberías cambiar un poco a tu hijo mayor?

— Nah, así está bien —

— Tengo una idea — pensó la oscuridad

— ¿Que tipo de idea? — preguntó Chuck con energía

— Para que sea un poco más emocionante —

Y así es como de nuevo, Chuck y Amara jugaban con los escritos formando pequeñas historias de amor

Y aún tenían muchas cosas pensadas para Adam y Michael