Lunares de Sangre

CAPITULO V- EL CALIZ

El sol se levantó, bañando al pueblo con su luz dorada y prometiendo un nuevo comienzo; sin embargo, para mi y Derian, el día no traía alivio, si no una creciente sensación de urgencia. Tras una noche llena de incertidumbres y revelaciones que aún no estaban del todo claras, me desperte con la determinación de resolver el enigma que me envolvía, porque los demonios me perseguían?, quien era la serpiente?.

Baltazar nos abrió las puertas de la iglesia, había un par de familias y multitudes en las afueras esperando a por el, a pesar de no ser día de misa dominicana las personas visitaban la iglesia todos los días; en cuanto lo vieron las personas se acercaron llorando e implorándole a sus pies la salvación, la escena se me figuró muy poco racional, como no pude darme cuenta antes de quien era Baltazar, un hombre falso bajo las sombras de su tutela de "protector"

Atrapado por la comunidad en sus pies, nos indicó con la mirada que siguiéramos con el plan, aunque yo no sabía muy bien cuál era, Derian y Baltazar parecían entenderse a la perfección. Nos dio paso libre a los dos y él se quedó con su papel de padre protector del pueblo, nosotros salimos a la marcha hasta los escalones bajos del exterior de la iglesia, en camino para llegar a la verdad de lo que soy.

- Que hay de mi hermana y Erin, no puedo dejarlos- dije antes de llegar más lejos en el plan- deben de estar preocupados por mi
- Baltazar se ocupará de ellos
- No confío mucho en el!

Derian regreso hacia mi, posicionándose a centímetros de mi, no me había percatado de lo enorme y robusto que era, fácilmente me llevaba una cabeza sobre la mía

- Confías en mí?- me pregunto mirándome a los ojos

La pregunta me tomó por sorpresa. ¿Cómo podía confiar en alguien que acababa de conocer?. No respondí rápido, me dejó pensando algo que yo misma sabía que no debía pensar, ya sabía la respuesta a esa pregunta

- Si- dije al fin
- Bien, te llevaré con los otros y luego podemos ir a ver a la Gran Anciana, después de todo esto regresaremos con tu hermana y tu novio

No tenía caso pelear el mismo tema, tampoco servía de nada revelarme contra él y huir para encontrarme con Zenda y Erin, lo único sensato era que sentía por naturaleza era confianza en él.

- Arriba- me ordenó que subiera a la moto- se donde pueden estar los otros

Me subí sin preguntar más, no había vuelta atrás, los había dejado pero para un beneficio en conjunto, encontrar a papá. El movimiento de las calles era regular, no había muchos autos en pista e hiban disminuyendo más cuando nos acercamos a la frontera que separaba al pueblo de la ciudad; cuando llegamos al límite vimos que sufría un bloqueo del accidente de ayer; había tres patrullas interceptando el paso, detenían a todo auto que quisiera dejar el pueblo.

- No hay salida- dije dándome por vencida
- No iremos por ese lado- me respondió

La zona carretera que conectaba con la ciudad estaba cerrada con cinta amarilla y con varios policías circulando a su alrededor, el bloqueo no estaba lleno de personas, pero mantenía a los policías ocupados de que no se dieran cuenta de nosotros; Derian giró en medio círculo y se metió por el bosque de pinos.

- Hay un enorme río que divide el pueblo de la Ciudad-le dije- no podremos cruzar!

Derian no me hizo caso, seguía con velocidad constante, y el precipicio del río estaba a pocos metros ya; en cuanto más cerca estábamos, sentía la aceleración del automóvil con más fuerza, los rebotes del terreno a desnivel provocaban golpes de impacto entre ambos

- Sujétate!- me ordenó

Tome a Derian de su dorso y me aferré a él con todas mis fuerzas; mentiría al decir que cerré los ojos porque no fue así, al momento del impulso los cerré con todas mis fuerzas y me sujeté a su cuerpo como él ordenó, la curiosidad siempre gana, cuando los abrí pude ver el agua corriendo debajo de mis pies y luego el pasto verde volviendo a ganar terreno, lo habíamos logrado, habíamos cruzado el límite del río.