El amanecer inunda la gran ciudad de Marcela en Francia. Una chica de cabello azulado comienza a despertar a causa del sol mañanero que pega en su rostro, al abrir sus ojos azules y luego de enfocar la vista se sienta al borde de la cama, ante este movimiento realizado por la chica salta sobre ella un perro pastor alemán.
-¡Kyller! -Exclamó la chica sorprendida al verse empapada por los lengüetazos del cachorro- Te he dicho que no saltes así.
El can regresa al suelo de un brinco y corre escaleras abajo. Ella suspira ya estando libre, se levanta de la cama, mira por la ventana sonriendo ante la dulce luz del sol. Su mente vaga por el despertar de siempre, su vista regresa a la habitación: una cama debajo de la ventana para tener una linda vista, un pequeño closet oculto para conservar espacio, aparte de eso una mesa de noche en la cual reposaba un reloj que al verlo se asustó y confirmó su sospecha al escuchar un llamado.
-¡Hija, rápido o llegarás tarde!-Esas palabras fueron expresadas por una mujer de 35 años, en el idioma de esa ciudad.
Preocupada por el tiempo, corre rápidamente a la ducha, luego de terminar esta sale alistándose con el uniforme del instituto, el que consistía en una falda gris hasta las rodillas, medias altas y blancas, zapatillas negras, camisa manga larga blanca y una corbata de color morado para las chicas, luego de alistarse baja rápidamente las escaleras con su mochila lista.
-¿Por qué te demoraste tanto?-El hombre alza la mirada del periódico que leía.
-Perdona padre, me dormí tarde anoche-aún apurada toma su desayuno con rapidez-.Hasta la tarde.
Sin dejar que los mayores respondieran sale de la casa velozmente al instituto, al estar afuera de la vivienda comienza a correr angustiada, sabía que no importara lo que hiciera llegaría tarde otra vez, aunque no era su culpa completamente, debido a que se trasnochaba entrenando todas las noches, claro que eso nadie lo sabía y tampoco debían saberlo.
El camino fue largo, por suerte tiene buena condición física. Su entrenamiento desde pequeña fue el combate y escape, le ha favorecido mucho en esta vida ya que infortunadamente nada es fácil, esta ocasión no fue la excepción y gracias a su agilidad y rapidez llegó más rápido que una persona normal, aunque no hizo de más algún que otro tropiezo, despuésde todo nadie es perfecto, por suerte logró llegar a su destino sin mayor retraso. Al poner un pie dentro del lugar no dudó en entrar antes de que cerraran las puertas completamente. Contrario a lo que pensaba logró llegar.
Subió las escaleras hasta el cuarto piso y posteriormente al aula que le correspondía, cuando abrió la puerta entró de manera sumisa, con la cabeza baja y soltando un suspiro de alivio, esta vez se salvaría gracias a que el profesor no había llegado aún, se adentró a paso regular a su lugar que estaba en una esquina de atrás del salón, uno de los rincones donde, a pesar de la buena luz, ese lugar parecía tener una sombra fija. Sentándose con movimientos gráciles y acomodando su cabello azul, observa a los que ya estaban allí, en cambio observó que sus amigos, por alguna razón no estaban, pero le restó importancia.
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ℕ𝕖𝕗𝕖𝕝𝕚𝕓𝕒𝕥𝕒: 𝔼𝕝 𝔻𝕖𝕤𝕥𝕚𝕟𝕠 𝔽𝕒𝕞𝕚𝕝𝕚𝕒𝕣
Fanfic"Para entender la vida hay que mirar atrás, no importa el miedo porque siempre esta allí; pero para vivir la vida debes mirar hacia delante" -Recuerdo esas palabras, nunca olvidare quien las dijo; pero al final lo olvide, ¿Cómo fui capaz de olvidar...