La falta de aire, fue el único motivo por el que se separaron, pues ninguno quería soltar al otro.
- ¿Es real? - titubeante preguntó.
- Sí, es real. - sonrió como hace mucho no lo hacía. Subió sus manos por su cuello y acarició su cabello.
Emocionado la tomó en volandas y la volvió a besar. Quería transmitirle todo lo que sentía, quería hacerla sentir segura de sus sentimientos. Ella gustosa aceptó el beso. Por fin le había dicho lo que sentía, bueno, no propiamente con palabras pero sí con ese acto de verdadero amor.
No supieron cuándo tiempo había pasado, para ellos, el tiempo se había detenido.
Diamante fue el primero en hablar.
- ¿Sabes cuánto tiempo he esperado esto? - unió su frente a la de la peli negra, cerró los ojos y aspiró su aroma, quería impregnarse de su magnífico olor.- ¿Por qué no habías dicho nada? - cerró también los ojos.
- Porque como hace un momento dijiste, soy un idiota; además... - guardó silencio, era un tema delicado. Ella entendió a la perfección.
Se separó un poco de él, éste abrió los ojos rápidamente. - Sé que debemos de hablar de eso, pero ahora no quiero hacerlo. Cuando volvamos a casa, prometo que lo haremos. - sonrió. Él le devolvió la sonrisa.
Sabían que de ahora en adelante todo sería distinto en sus vidas, tal vez ahora si llevarían una vida real de casados. La idea le alegró el corazón a Star, y aunque Diamante no dijo nada, él también pensaba lo mismo.- Bien, entonces volvamos, Haruka debe estar desesperada. - la tomó de la mano y regresaron hasta donde estaban las dos mujeres.
- ¡Vaya! Pensé que me iba a quedar aquí todo el día. - dijo con fastidio.
Y evidentemente no pasó desapercibido para la rubia que ambos venían tomados de las manos. Sonrió.
Ambos rodaron los ojos. La morena la fulminó con la mirada.
- Ya estamos aquí. ¿Entonces? ¿Te nos unes? - Estaba totalmente emocionada, tanto, que si Haruka decía que no, no importaba.
- Haruka, sé que tú y yo hicimos un contrato, pero esto es totalmente distinto. Piensa bien lo que vas a responder. - le advirtió Diamante.
La verdad es que con el paso de los años le había tomado afecto a Haruka y Michiru. Ellas siempre le habían salvado el pellejo, pero nunca, nunca, se habían tenido que enfrentar a algo así, y no quería que salieran lastimadas.
- Demian, creo que debes devolverte el comentario... ¿Estás consciente de que lo que quieren hacer es muy arriesgado? - ya no había sarcasmo en su comentario, más bien, era una preocupación real.
- Lo sé, pero concuerdo con Ana al decir que ya no queremos vivir escondiéndonos, queremos volver a ser Diamante y Star, además, ese hombre de pagar por todo lo que ha hecho, hay muchas mujeres a las que podemos salvarles la vida.
La morena miró a la rubia. Tenía muchos años trabajando con ella, sabía que se debatía entre aceptar o no. - ¿Por qué no mejor hablas con Michiru primero?
Haruka sabía que tenía razón, sólo ella podría ayudarla a decidir.
- Tienes razón. - Se puso de pie y Rei la imitó - hablaré con Michiru, cuando les tenga una respuesta les aviso. - sacó un celular del bolsillo derecho y lo puso sobre la mesa. - Y por favor... no se les vaya a olvidar éste también. - dijo irónica. La pareja miró el celular y luego a la rubia.
Comenzó a caminar hacia la salida junto a Rei y desparecieron entre los pasillos.
- ¿Y nosotros qué hacemos? - preguntó Black coqueto.
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Cautiva
FanfictionStar es la mejor agente del FBI encubierto de la ciudad en Chicago. Su trabajo encubierto le permite infiltrarse en una red de trata de personas, pero antes de llegar al líder de la red, es descubierta y tomada presa. Su prometido Dárien Chiba le pi...