De regreso a su casa, el hombre era un lío.
"Siempre la voy a amar"
Esas habían sido sus palabras. ¡Y que duras palabras! al menos para él. La verdad es que nunca se había puesto a pensar en qué pasaría si él apareciera un día, creyó que eso jamás pasaría, así que aquí estaba, hoy era es día y él no había pensado cómo reaccionar. Se sentía inseguro ante ese amor tan fuerte que Dárien y Star se habían tenido en el pasado.
- Nunca me amará como a él - pensó.
Al llegar, estacionó el auto y bajó. Entró a su casa pero se sentía devastado, en su cabeza, su relación ya había terminado.
Caminó lentamente hasta llegar a la sala, Star lo estaba esperando.
- ¿Me quieres decir que fue eso? - estaba de pie en medio de la habitación, con los brazos cruzados, notablemente molesta.
La observó en silencio por un minuto. Imitó su posición.
- ¿Qué fue qué? - su tono de voz era totalmente frío.
- ¿Por qué te comportaste así con él? Él no tiene la culpa... - reclamó.
- No tiene la culpa, es cierto, pero no debía ponerse así tampoco. No puede juzgar sin saber. - siseó molesto.
- ¿Por qué no me dejaste decirle a mí lo nuestro? - dijo aún más molesta, cosa que enfureció más a Diamante.
- ¿Y se lo ibas a decir? - gritó - ¡Porque a mí no me lo pareció! Y no finjas que no te latió el corazón al verlo. Cuando lo viste, yo desparecí del entorno, eran sólo tú y él - soltó con rabia. Estaba destrozado, solo necesitaba la última estocada para acabar de morir. Le dio la espalda para no viera el dolor en su rostro.
Star abrió los ojos sorprendida por lo que decía. La mandíbula de le fue al piso. Luego, recapituló, era cierto. Ver a Dárien había movido algo dentro de ella, algo muy, pero muy fuerte, algo que creía había acabado.
- ¿Y qué esperabas? ¡Era el amor de mi vida!- ella también gritó, pero luego se tapó la boca, ya era tarde para retractarse de lo que había dicho.
Black giró para verla. Esa era la estocada que necesitaba.
- Bien. Pues déjame decirte que él siente lo mismo. Así que, ahora podrás correr a sus brazos. - apretó sus puños para contener el escozor en sus ojos. Ella pudo ver las lágrimas y el dolor en su rostro. - sólo procura no lastimar a la mujer que está a su lado... - volvió a darle la espalda y esta vez caminó directo a la habitación de huéspedes.
Grey estaba en shock. ¿En qué momento la perfecta mañana había terminado así?. Se limpió un par de lágrimas que salieron sin su permiso.
- ¿Qué estoy haciendo? - se dijo así misma. Caminó hasta el sillón más cercano, tenía que sentarse, tranquilizarse.
Comenzó a evaluar lo sucedido horas antes. ¿Qué se supone que debía sentir? Diamante no estaba siendo justo con ella, debía entender que Dárien había significado mucho en su vida, se iban a casar, eso no era cualquier cosa. Además estaba el hecho de que se sentía terrible por todo lo que le contó su ex pareja que vivió mientras pensó que ella estaba muerta. Él también había sufrido bastante.
Luego, vino a su mente las palabras de Black: ...Y no finjas que no te latió el corazón al verlo. Cuando lo viste, yo desparecí del entorno, eran sólo tú y él... era verdad, por un imomento se olvidó completamente de él.
Un pregunta surgió en su cabeza ¿Qué pasaría ahora? peor aún ¿Qué sentía por Dárien, ahora que lo había vuelto a ver? ¿Y Diamante?
Miles de preguntas se arremolinaron en su cabeza y en su corazón.
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Cautiva
FanfictionStar es la mejor agente del FBI encubierto de la ciudad en Chicago. Su trabajo encubierto le permite infiltrarse en una red de trata de personas, pero antes de llegar al líder de la red, es descubierta y tomada presa. Su prometido Dárien Chiba le pi...