La comida fue deliciosa, si es que a un pay de manzana con café se le puede llamar comida, la piel blanca de mi acompañante apenas recupera su color original, a pesar de ya llevar unos buenos minutos dentro del lugar su piel parece que apenas se enteró que ya no está en medio de la ventisca de hace rato, él es más brusco para comer de lo que yo lo soy, su pedazo de mesa está lleno de moronas de pan, lo miró fijamente su cara y la parte inferior también está llena de moronas, al igual que parte de su suéter.
-Juguemos un juego –
Su mirada como la de un cachorro se postro sobre mí, los ojos le brillaban de intriga, pero su expresión se mostraba tranquila, bajo con toda la calma del mundo su taza de té.
-Me parece bien, ¿Qué clase de juego? -
-Uno que te gustara, veras, las reglas son muy fáciles, cada uno escribe una palabra en un papel y el otro se la tiene que poner en la frente sin verla y el que diga la palabra que le asigno el contrario pierde, claramente se valen las preguntas, por ejemplo, si yo coloco la palabra pan en tu hoja y te pregunto cosas si al final tú dices esta palabra, pierdes, no se valen las palabras como "si, no, etc", juguemos a lo grande, ¿te parece?
- ¿Y qué pasa si gano?
-El ganador recibe un deseo/capricho que el otro debe cumplir en medida de lo razonable, ¿Trato?
-Me parece-
De su gabardina saca un cuaderno de notas y una pluma, arranca dos hojas, escribe rápidamente su palabra y me da la hoja restante al igual que la pluma, yo juego a ganar así que escribo "sabes" en mi hoja, la giro y se la entrego, el hace lo mismo con mi palabra, la giro sin verla y me la pongo en la frente, confiando en él mi palabra debe ser algo relacionado a con que es un niñato, odia que le diga niño, pero lo hago bastante, en parte por molesta, mientras que él al ser un sabelotodo usa mucho la palabra "sabes" casi a manera de muletilla. Como sea, si quiero mi capricho debo apurarme.
-Muy bien Sebastián, ¿qué planeas pedirme si es que ganas este juego?
-¿Por qué tanta prisa por saber que capricho me cumplirás? Tan rápido de resignaste a que vas a perder
-Para nada, pero quiero saber qué clase de pervertido eres, talvez no ganes en esta ocasión, pero el dinero extra nunca me cae mal- Espero que muerda este anzuelo
-Oye tu!, qué clase de persona crees que soy, sabes a diferencia de ti, mi cabeza piensa en más de una cosa la vez, cuando gane, te hare pagar y lo disfrutare mucho, además que me dices tú, con lo masoquista que eres adoraras que yo te de ordene por diestra y siniestra, lo primero que hare será porte ropa formal por otra una semana, o más y si me sigues molestando talvez me anime hasta a que uses una hermosa corbata.
-Oye oye, si yo quisiera podría usar puta ropa forma y luciría fabuloso, pero sabes porque no me tengo que preocupar por eso mocoso, porque ya perdisteeee –
Lleve mi mano a su la suya que sostenía su palabra en la frente mientras alegremente le mostraba la lengua en signo de victoria.
-Rayos!, a nada de ganar, el mejor de 2 de 3
Miro la palabra que me asigno y para mi sorpresa era "puto/a", jaja, el mocoso me empieza a conocer, casi pierdo, pero por le casi, gane y quiero mi premio.
-Lastima, ese no fue el trato, quiero mi premio y si quieres luego jugamos de nuevo, para mi premio quiero que te quedes quieto y no te puedas mover en 60 segundos sin importar lo que haga y un trato es un trato, si no cumples con tu palabra, no te dejare entrar al departamento de regreso, no se aceptan en casa hombres sin palabra, ¿listo?
-OYE NO ES JUSTO, NO ESTOY PREPA ...
-UNO!
En cuanto empecé a contar se quedó congelado, el niño es muy quejumbroso, pero sabe obedecer, no cerro los ojos, pero tampoco los dejo fijos en ningún lugar en particular.
Me levante de mi asiento, me incline sobre la mesa con una mano recargada sobre esta misma mientras con la otra mano tome algunas de las migajas de su suéter y me las metí a la boca, las migajas estaban deliciosas, así que procedí a ir por el premio mayor.
Entre más me acercaba a su rostro más colorado se mostraba Sebas pero aún estaba inmóvil, pose mi mano en la parte trasera de su cabeza y cuando estaba unos centímetros del inminente contacto con su piel le dije
– Recuerda no te puedes mover, aun me quedan unos segundos –
Note un ligero movimiento en sus labios pero finalmente, mi momento llego, el premio mayor, las migajas del costado de sus labios, empecé a lamer los restos de pan del nacimiento de su boca, sin tocarla y para no dejarlo babeado procedí a llevarme el premio de su mejilla con los labios, las migajas tenían un poco del sabor del té de menta que estaba tomando Sebas, si que come raro este chico, pero mi tiempo se terminó y la inoportuna mesera llego justo cuanto termine mi festín pero aún no me apartaba de su rostro.
-Aaah, lo siento, no quise interrumpir, regreso luego-
Me aparté de mi acompañante y le dirigí la mirada a la mesera que estaba aún más roja que Sebas.
-Pues llegas en buen momento, terminamos, te pago.
La chica hizo una expresión rara, se nota bastante intimidada y empezó a caminar con rapidez a la caja, la seguí y procedí a pagar por nuestro placentero desayuno
-Oye, me parece que el muchacho de la mesa de allá viene mucho- dije señalando a Sebas quien aún no aterrizaba en este mundo y seguía con la mirada perdida y los cachetes colorados
- Aah si, un par de veces a la semana, no sabía que, ah ... tenía acompañante- me dijo sin mirarme la mesera, como si buscara desesperadamente algo en su caja registradora.
-Ya veo- le entregue el dinero en la mano- me alegro que tenga un lugar relajado en a cual venir debes en cuando, en el departamento a veces soy un desastre, como sea, te lo encargo mucho y debo amenazarte con que también empezare a venir a este lugar, conserva el cambio linda- me fui no sin antes lanzarle un beso al aire a la ahora impactada mesera, estoy seguro que Sebas no esperaba que su ligue en potencia se viniera abajo de esta forma, se lo merece, espero que aprendiera la lección, bien dicen en mi rancho, "del plato a la boca, se cae la sopa".
-Listo ya pagué, ¿vamos a casa o te quedaras otro rato?
Sebas regreso a la tierra y su expresión regreso a la normalidad
-Rodrigo Escalante!!!! ¡¡Eso fue trampa!! Juego de mierda, exijo un 2 de 3, no es justo y lo sabes, eres un mañoso
-jajaja, huy con nombre y apellido, ¿me debo preocupar?, no sabes de lo que hablas, yo nunca hago trampa, eres un mal perdedor, eso es todo.
El camino a casa fue entre pucheros, empujones y juego con Sebas, el clima no cambio ni en lo más mínimo, pero ya entrados en calor ni lo notamos, a tal grado que la bufanda no viajo en el cuello de sebas si no en su mano, el camino a casa fue mucho más corto pero ese tono rosado no despareció de las mejillas de Sebas.
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Astromelia
RomanceLa vida está llena de pruebas y decisiones. A veces se gana y a veces se pierde. Lo importante es arriesgarse e intentarlo ¿No? De eso va esta historia. De intentar, apostar a ganar y perder en el intento. Al final del día todos queremos ser felices.