•Capítulo 27 •Final•

4.9K 382 24
                                    

Apenas que Jimin llega a casa Jungkook tomó a la gatita pequeña en sus brazos, ella se veía con apenas dos meses y su cuerpecito estaba bastante delgado, estaba ansioso por la respuesta de Jimin y rezo a todos los dioses posibles para que aceptara que la gatita se quedara.

Porque, no es que no pudieran mantener a dos felinos, la verdad es que en este último tiempo Jungkook ha trabajo de tiempo completo en el acuario y Jimin consiguió un trabajo como psicólogo en la misma escuela dónde trabajaba su cuñada Wheein, atendiendo a niños con dificultades en los cuales hacia hasta lo imposible para ayudarlos.

A Jimin no le preocupaba tener tantas mascotas, porque tener un novio veterinario implicaba en que que ésto siempre pasaría, cosa que amaba esa cualidad de él, si no que le preocupaba que los felinos se quedarán mucho tiempo solos en casa por sus empleos que los consumía la mayor parte del tiempo.

—Amor mira sus ojitos... —Insiste con la gatita en sus brazos— ¿Podemos quedarnos con ella? —Mencionaba apenas que él llegó y esta vez el colocaba ojitos triste más un puchero que hacía que Jimin se llenara de amor por tanta ternura—

—Oww... Amor —Ríe apenas que lo mira— Ahora tus ojitos son los más bonitos —Se atreve a decir, ahora era Jimin quién también aveces era descarado y decía cosas para molestarlo, cosa que a Jungkook le gustaba aún más que fuera así—

Ambos ríen y Jimin vio a la gatita que lo miraba estirando sus patitas, así que la tomó en sus brazos con delicadeza y la besó en su cabecita tan chiquitita que incluso sentía que podría lastimarla.

—Es muy bonita —La abraza y sonríe— ¿Cómo se podría llamar?

—Entonces ¿Es un si? —Pregunta casi en llanto

—Si amor —Ríe por la carita de su novio— Si quieres podríamos tener a todos los gatitos del mundo, pero me preocupa que esten la mayor parte del tiempo solitos aquí en casa

—Jack la cuidara bien —Hace un puchero y Jimin se acercó para besarlo, hace mucho no se comportaba de esa forma tan tierna—

—¿Y dónde está?

Ambos miraron a todos lados y rieron.

—Que gran pregunta —Responde el castaño riendo— Ya volverá...

—Debe estar en tu casa

—Cierto...

—Vamos a presentarle a su nueva hermanita

Y fue ahí cuando Jungkook murió por dentro ¿Cómo era posible que unas simples palabras le llenarán de felicidad aún más de lo que estaba?

Jimin, era perfecto, era el ser más perfecto que pudo conocer en su vida y agradecía demaciado que el rubio pudiera darle una oportunidad. Recordaba todo como si hubiera sido ayer cuando apenas peliaban por MinMin-Jack, de quién sería el dueño o cuando Jimin rechabaza sus coqueteos por miedo de ser lástimado, agradecía que eso cambiara y que le haya dado una oportunidad, porque, después de pensarlo tanto ya no sabría que hacer con su vida si Jimin no hubiera aparecido en ella. 

—¿Y cómo se podría llamar nuestra pequeña? —Lo abrazó de su cintura en el que ambos sonrieron, lo único que los separaba era la gatita que estaba en los brazos del rubio, o si no ya lo hubiera comido a besos tomándolo en brazos para llevarlo a la habitación—

—Am... Luna —Responde el rubio y Jungkook hace mueca— Ay ya.... —Ríe y sigue pensando— Fiona

—¿De día es una y de noche otra? —pregunta como la película haciendo que Jimin ría—

—Ya entendí... ¿Wanda?

—¿Vision?

—Frida

Serás Mío •Au Jikookmin• TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora