•Capítulo 8•

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Los minutos pasaron en los que Jungkook no dejaba de cuidar a Jimin al máximo, el peligris solo reía ante su cuidado de exageración.

El doctor había llegado y sonrió mirando a ambos chicos.

—¿Cómo te sientes Jimin?

—Bien —Responde con simpleza y el doctor comenzó a revisarlo posicionando sus manos en el abdomen del chico para luego presionar—

—Si te vez bien, mañana ya pueden retirarse, recuerda comer liviano ya que el tratamiento que se realizó es abrasivo, debes tener muy en cuenta eso ¿Si?

Ambos jóvenes asintieron y el doctor miró a Jungkook.

—En la mañana se necesita su firma para autorizar el retiro

—¿Nos podemos ir ahora? —Pregunta Jimin emocionado—

—Mañana... —Responde Jungkook

—Los dejo —Sonrie y hace reverencia—

—Gracias doctor —Dijeron ambos apenas que el doctor se fue

Jungkook lo miró y se acercó apoyándose en los costados de la camilla.

—Iré a comprar algo, por favor quédate aquí ¿Si?

—No prometo nada —Dice cruzando sus brazos—

Jungkook solo negó rodeando sus ojos y salió de la habitación, en el que solo pasaron unos minutos para recibir mensajes en su celular y apenas que lo vio sonrió.

Y por otro lado estaba Jimin que moría de hambre y a la hora que traerían su comida era dentro de dos horas.

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Serás Mío •Au Jikookmin• TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora