Capitulo V

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Un día, veinticuatro horas, mil cuatrocientos cuarenta minutos. Era lo que separaban a TN de decirle a Aidan lo que sentía por él.

O la oportunidad de comprar un boleto de avión hacia otro país...

Lo cierto era, que la chica estaba cada vez más nerviosa respecto a lo que sus sentimientos se referían. Llevaba cuatro años guardando un secreto tan grande, que causaba que su corazón fuera a explotar cada vez que el chico estaba junto a ella. Y ahora que el valor para decirlo estaba tocando a su puerta, solo había entreabierto la misma.

Ryan tenía razón. Una parte de ella moría por saber qué pasaría si le dijera a su mejor amigo lo que sentía. Si quizás las cosas podrían ser como los libros que tanto leía, y el corazón de Aidan le correspondería.

Pero sonaba tan bonito...que ella y Aidan fueran pareja.

Era sin duda una fantasía que quería que fuera real. Cuanto más había crecido, esa idea imaginaria, se volvió un poco más realista. Al principio era un mundo color de rosa, pero con el paso del tiempo, la imagen solo tenía un color azulado. Como si estuviera estancada en el tiempo.

Estaba ahí, e imaginarlo era lindo. Pero no era real.

Su nombre mismo lo decía. Fantasía. El termino para la facultad humana de representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad, o que son o fueron reales, pero no están presentes.

Así que, por más que se viera hermoso en su cabeza, no debía aferrarse a eso.

No tenía que aferrarse a eso.

— Estas muy callada.

— ¿Qué? — preguntó desconcertada para luego soltar un suspiro — Perdón...

La voz de Aidan la había sacado de sus pensamientos. El chico seguía mirando al frente, mientras conducía, pero al momento de detenerse en el cartel de alto, la miró.

— Estas callada — repitió — y distraída. ¿Pasa algo?

¡claro que pasa algo! ¡tú me gustas!

Ella quería gritárselo allí. Pero simplemente negó y pego una pequeña sonrisa a rostro.

— No pasa nada — respondió con simpleza.

— TN te conozco —  dijo mientras volvía la vista al frente para continuar la marcha hacia la escuela — Incluso más de lo que me conozco a mí mismo. Sé que estas mintiendo bonita.

Dios... no me digas así. Mi corazón late muy rápido cuando me llamas de alguna forma tan linda.

— Te juro que no es nada. Solo estoy algo cansada.

— ¿Volviste a desvelarte leyendo? ¿O fue Ryan?

— ¡¿Qué?! ¿Po...por qué Ryan?

¿Que tenía que ver Ryan en esta conversación? El solo mencionar su nombre, hacía que resonaran sus palabras en su cabeza.

Tienes que decirle lo que sientes.

— Anoche estuvo tocando la guitarra — explicó — ¿acaso no lo oíste?

TN soltó un suspiro.

— Si lo oí. Pero él no causó que me desvele ni nada parecido.

Ella si se había desvelado. Pero no era por estar leyendo, ni por Ryan o cuando se la pasó charlando con él por un largo rato.

Su falta de sueño se debía a que luego de apagar las luces y acostarse en la cama, solo podía ver al castaño. Siempre en un escenario diferente y siempre donde la chica terminaba diciéndole lo que sentía.

Lonely With MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora