La compuerta

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Mientras más se acercaba a Ohio, los letreros de la carretera brillaban con más intensidad por el rebote de la vespertina luz solar. A Morty le cegaba los ojos. 

Códigos, todo lo que podía pensar era en códigos, era como si de repente un botón hubiese accionado todo su cerebro, y la información matemática fluyera como un río de números. Cientos de recuerdos solo relacionados a números y ecuaciones brotaron uno tras otro.

La cabeza comenzó a dolerle. Todo llegó a él justo después de darle el ultimo mordisco a su barrita de miel. Sospechoso de que este fuese el causante, revisó el empaque para verificar si eso no tenía ninguna droga pero, no encontró nada. 

"Códigos que accionan mecanismo. códigos que ejecutan ordenes. Códigos que abren puertas."

"Puertas...Todo se resume a puertas. "

El sueño y el código en el frente superior de ese puerta en el bosque. Su subconsciente si trataba de recordarle algo. Desesperado tomó su mochila que descansaba entre sus pies en el suelo del coche y de un tirón haló de ella para abrirla y rebuscar entre sus cosas. A Rick le tomó desprevenido, casi pierde la atención de la autopista por atender a la reacción del joven. 

— ¿Qué sucede?

— Espera. — dijo poniendo su palma frente a la cara de otro en señal de alto. 

Sacó el cuadernillo y lo hojeó hasta llegar a la página indicada. Y todo quedó claro.

Morty descansó la espalda en el respaldo del auto con alivió, pues la satisfacción de tener una de las piezas le era alentador.

 — Son contraseñas, ¡son contraseñas! ¡carajo, era lo más obvio y lo pasé por alto! Rick, ya se que hacer, solo tenemos que llegar a casa.— La emoción bullió en él tanto, que sus ojos brillaron con esperanza. Para Rick fue una buena señal también.

— ¿Qué fue lo que encontraste?

— Estos números — dijo alzando el cuaderno frente a la cara del androide— son la contraseña de tres cerraduras, a-aun no sé donde esta la tercera, pero la mas seguro es que esté dentro de la casa, la segunda es de una caja fuerte, o eso p-pa-parece y la primera, es de la habitación de Rick. — las manos le temblaban de la emoción. — no puedo creer que estuve tan cerca todo el tiempo, siempre estuvo a mi lado.

Aunque el androide estaba feliz de que finalmente Morty estuviera obteniendo respuestas, aun le preocupada el posible shock que le podría causar indagar más en su pasado, pero ya no había vuelta de hoja.

Paralelamente a ello, en Detroit, Beth estaba inquieta. Su preocupación no dejaba de dar vueltas en su cabeza mientras alistaba todo para la guardia en el hospital. "¿Morty extrañaba a su padre? ¿Se sentía agobiado en casa?" pensaba la mujer.

A su vez Summer, no le quitaba la vista de encima y de vez en cuando ayudaba pasándole algunas cosas del tocador. Aunque la joven mujer mantenía un perfil más bajo, compartía esa inquietud con la mayor, esto era un comportamiento anormal en su hermano. 

— ¿Qué habré hecho mal Summer? he intentado que se sientan lo mas cómodos posible en Detroit, tal ves lo saturé de cosas, o no le de tiempo de calidad suficiente. Ohh...Summer—  se lamento Beth  frotándose la mejilla con las yemas de los dedos. 

— Esta bien mamá, solo..ehm...— movió su mirada tratando de hallar algo para decir que pudiera tranquilizar a su madre—Morty esta en una edad de rebeldía, yo la tuve también, y seguramente sintió que tenía una facilidad de salir un rato al tener cerca a Rick. 

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