Mente Artificial

Contextualicémonos.

Manejaban de vuelta a casa. Rick conducía y Morty estaba sentado en el asiento del copiloto, tratando de observar hacia la fría calle, viendo como lentamente la ciudad se alejaba volviéndose borrosa entre la capa de neblina mezclada con smog. Detroit, es a veces inquietantemente gris.

— ¿Sucede algo, Morty?— Le cuestionó el androide, utilizando el tan habitual tono neutro con el que él joven, ya se había acostumbrado a escuchar.

— No, no pasa nada. — Contestó sin verle, con la leve esperanza de que la conversación no continuase. Demasiado incómodo con la presencia del otro como para molestarse en ser más amable.

— ¿Estás seguro? Tu lenguaje corporal indica otra cosa. Luces irritado.

— Estoy bien, Rick.

—No es necesario que niegues tus emociones Morty. Sabes que recientemente recibí una actualización. Ahora estoy programado para asistirte si lo requieres. — Insistió.

— No, lo digo en serio. Solo quiero llegar a casa a cenar. No pasa nada.

— Está bien, comprendo si no quieres que intervenga.

—Gracias.

Morty se recostó sobre su lateral derecho, dándole la espalda al androide.

—Sé que tengo que respetar tu espacio, Morty. Aunque, como tu responsable emocional, me veo en necesidad de resaltar que has estado notablemente disperso. —Morty rodó los ojos mientras lo escuchaba comenzar a sacar sus conclusiones, esto era de todos los días.

— Ajá. ¿Cómo que?

—Has estado jugueteando con las manos desde, por lo menos, los últimos 15 minutos. También no dejas de suspirar cada tanto. Lo cual, indica un método de autorregulación inconsciente de tu sistema nervioso ante una posible inquietud. Por lo que, sí. Sí estás incómodo, aunque tu condición de adolescente no te permita reconocerlo.

— ¿Algo más? — Morty, responde con evidente sarcasmo, aun teniendo la cabeza mirando a la ventana

— Sí. Según mi base de datos, tu incomodidad juvenil puede ser producto de diversos cambios en factores sociales, ambientales, o físicos.

— Ya...comprendo. Gracias, Rick.

— Tales cambios pueden derivarse de sucesos como un constante estrés académico, falta de sueño, problemas para relacionarte con otros individuos de tu edad lo cual suele ser un preocupante común entre los tuyos, o incluso un enamoramiento.

— Mjm...

— Eso, o que masturbarte tanto te ha propiciado una adicción a la pornografía. Lo cual, es una cosa sería.

Morty se crispó al escuchar las declaraciones del otro. Abrupto, giró su vista estando avergonzado y sorprendido por igual. Por su lado, Rick mantenía la vista al frente como si nada.

— Las adicciones te llevan a desconectarte de tu ambiente, se pierden capacidades sensoriales importantes, Morty.

— ¡¿Qué diablos estás diciendo?!

—Pero intuyo, por tu reacción, que negarás lo último.

Morty se acomodó mejor en el asiento estando de frente al camino. Quiso refutar algo, pero no encontró el cómo. Rendido, fija la mirada al suelo, con sus hombros juntos y los brazos cruzados remarcando su incomodidad. "No soy una adicto a la pornografía" pensó.

— ¿Te sientes mejor?

—¿A qué viene eso?

— Pensé que una pequeña broma te animaría un poco.