VALENTINA
Betty y James estaban ocupados, como siempre últimamente, así que acepté la primera proposición de quedar que me ofrecieron. No me di cuenta del error que había cometido hasta llegar al sitio. El parque de siempre con mucha gente, nada fuera de lo común, el problema eran Marco y Patty. That's when I knew I screwed up.
A pesar de mi susto inicial, me la pasé muy bien con toda esta gente, aunque me hubiese gustado estar con Betty y James. No sé cómo ayudar a Betty con el tema de Marco y James parece estar tan ocupado pensando en Carlos que no sé cómo estar con ellos. Les quiero y todo, pero me pregunto si encajamos y si es correcto que seamos amigos.
─¿Dejada de lado por tus amigos?─ Se me acercó un chico moreno y atractivo a preguntarme eso.
─Kinda, ¿cómo supiste?─ Respondí arreglándome el pelo.
─Me pasa lo mismo, mi mejor amigo y mi novia son muy cercanos y siempre me dejan de lado, sé que no quieren hacerlo pero termina pasando.─ Le miré con una ceja levantada.─ No es lo que estás pensando, obviamente no están juntos, mi mejor amigo lo dejó con su ex novia recientemente.
─Si tú lo dices... No puedo evitar sospechar cuando esas cosas pasan.─ Se rio.
─Qué maleducado soy, me llamo Peter, ¿cuál es tu nombre?─ Preguntó Peter con una amplia sonrisa. En ese momento me di cuenta que me pillaría por este chico.
─Soy Valentina, un placer.─ Respondí devolviendo la sonrisa.
Charlamos y al final de la noche, siendo todo un caballero, me acompañó a casa y por un instante olvidé el detalle más importante: tiene novia. Esta verdad cayó sobre mí pesadamente cuando ella le llamó en medio nuestra caminata, y el peso aumentó cuando me di cuenta que al otro lado de la llamada estaba Patty. Básicamente tuvieron una discusión porque me acompañó a mí y no a ella, y mi corazón dio un salto de felicidad al saber eso ¡Me había elegido antes que a su novia!
Al llegar a casa fui a dormir y al día siguiente llamé a mis amigos para contarles todo, esperaba recibir un gran entusiasmo de su parte, pero fue al revés.
─Valen, ¿quieres salir con este chico? ¿Quieres ser su novia?─ Me preguntó Betty en su usual tono dulce.─ No sé, hay algo raro en todo esto.
─No sé, no quiero salir con nadie, pero él... No sé.─ Respondí.
─Esto me da muy mala espina, lo de acompañarte a ti y no a ella es una gran red flag, osea ¿si consigues ser su novia no crees que te hará lo mismo? No sé, no parece ser el novio ideal.─ Opinó James.
─¿No os alegráis por mí?─ Pregunté un tanto herida.
─No precisamente. Este tío parece un mal novio y encima es amigo de Marco, y ya sabes que sus amigos también pueden ser una red flag.─ Dijo James.
─Sois lo peor, ¡os tenéis que alegrar por mí, no sobre analizar todo acerca de él! Porque Betty no pueda tener una relación estable no significa que yo no pueda.─ Les grité antes de colgar.
Tras colgar me di cuenta de lo que había dicho y me arrepentí enormemente. Joder, Betty, mi pobre Betty, tuvo que escuchar su mayor temor de mi boca, la boca de su mejor amiga. Ella llevaba cierto tiempo temiendo que su relación haya fallado por su culpa y fui yo a decirle que sí, porque no tenía nada mejor que decir en medio de mi rabia.
Al día siguiente fui a clase como siempre y la vi con su típica ropa de haberse pasado la noche entera llorando y no pude evitar sentirme culpable. Tenía ganas de ir a abrazarla y decirle que todo iba a estar bien, pero no pude. Estaba abrazada con Dorothea y a pesar de que quería ir a gritarle que se alejase de mi mejor amiga al mismo tiempo me alegré porque supe que una relación muy bonita estaba a punto de venir, y sentí una punzada en el pecho al pensar que por mi estupidez tal vez no iba a estar al lado de Betty para que me contase con su brillante sonrisa todos los momentos importantes, y así verla enamorarse una vez más, pero esta vez con un final feliz.
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Justo donde me dejaste
RomanceLa historia de la vida cotidiana de tres adolescentes con problemas tan comunes como notas, amor o autoestima. Betty debe superar su ruptura con Marco, James conquistar a Carlos y Valentina simplemente seguir viviendo su libertad, sin embargo, la ad...