Justo donde me dejaste

Cita, por fin

CARLOS

Me despierto al son de We are, mi alarma. Siento cierto desconcierto y cansancio, intuyo que no dormí demasiado. Cojo mi móvil y apago la alarma sin levantarme. Al ver la pantalla me doy cuenta de qué día es. Me levanto de un salto emocionado, hoy es el día. No iba a volver a casa a hacer deberes, osea sí, voy a tener que volver a hacerlos pero antes voy a salir, a salir con él, con James, El amor de mi vida. Bueno no.. o sí. No sé cuánto tiempo lleva gustándome. Honestamente no estoy seguro de que en algún momento me haya dejado de gustar, tal vez solo reprimí mis sentimientos por la posibilidad de salir herido, no lo sé.

─¡Hermano! ¡Hermano!─ Escuché a mis bebés gritar al unísono. Soy el hermano mayor consentidor, por lo que nuestra convivencia no es tan mala.

─Buenos días a ambos.─ Respondí. John se acercó a abrazarme mientras Ron sacaba las mochilas de su habitación.

─Hoy te acompañamos a clase.─ Explicó Ron con emoción.

─¿A qué se debe?─ Pregunté sonriendo.

─¡Queremos conocer a tu novio!─ Me respondió John. Me sonrojé, mi novio... sonaba bien. Demasiado bien.

Tras comer nos pusimos en camino. Mi insti está al lado o por lo menos bastante cerca de la escuela de mis hermanos, por lo tanto resulta plausible que me acompañen durante el camino.

─¿Y cómo es tu novio?─ Preguntó Ron.

─No es mi novio.─ Respondí.─ Y es... genial, casi perfecto. Es muy guapo e inteligente, sus labios saben a fresa y su sonrisa es preciosa.

─¡Mira ese chico tiene el pelo azul!─ Exclamó John pasando de mí y señalando a James. Mi corazón dio un vuelco.

─¡Hala! Cómo mola, yo también quiero.─ Dijo Ronald. Ante las exclamaciones de mis hermanos, James levantó la mirada de su móvil y nos miró. Me acerqué avergonzado.

─Hola guapo.─ Me saludó ese idiota solo para avergonzarme aún más.

─Shut up!─ Respondí sonrojado.

─¡Hola! Soy John, ¿eres el novio de mi hermano?─ James y yo nos sonrojamos.

─En principio no.─ Respondió James.─ Por ahora.

─Yo soy Ronald, el del lunar.─ Se presentó Ron. Al ser gemelo de John siempre que se presentan Ron menciona su lunar de la cara para que no le confundan.

Tras una pequeña charla nos despedimos de mis hermanos y entramos al instituto, nuestra cárcel por las próximas 6 o 7 horas. Nos despedimos en la puerta de mi clase y mientras observaba a James irse Dorothea se acercó a molestarme.

─¡Qué lindos los tortolitos!─ Me dijo.

─Buenos días a ti también.─ Respondí.

─Hoy es la cita, ¿algo que decir?

─Que me tendré que casar con él.─ Mencioné con una sonrisa.─ Mis hermanos me acompañaron hoy solo para conocerlo y les cayó súper bien, además de que amaron su pelo.

─Madre mía, qué cotillas que son.─ Se rió Doro.

─¿Y tú qué tal con Betty?─ Pregunté a mi amiga con curiosidad.

─Bueno, hay algunos avances. Ya sabes, ahora somos más cercanas y eso, pero no creo que yo le guste.─ Me respondió con cierto tono de tristeza.

─Según yo vas súper bien, osea no sé, pero la forma en que te mira... dice mucho.─ La animé.

─Gracias. Te amo.─ Me abrazó.─ ¿Viste la portada de Billie Eilish para Vogue?