Omegas, los últimos en ser tomados en cuenta para tomar alguna decisión, incluso cuando se trata acerca de sus propias vidas.
Betas, aquellos sin ningún talento o don sobrenatural, normalmente al servicio de los lobos.
Alfas, los líderes de sus mand...
-No lo entiendo Verónica, ¿Porqué aún no usa su voz?- replicaba mi padre a mi madre sumamente molesto -Tiene 15 años, ya debía de haber tenido su primer celo y aún sigue comportándose como un cachorro-
Yo escuchaba detrás de la puerta de su despacho, mi corazón se partía en mil pedazos al escuchar las palabras de mi padre.
-Dale tiempo, tal vez solo necesita encontrar a un buen Omega para él- insistió mi madre tratando de calmarlo. -La gente comienza a hablar Vero, dicen que mi hijo es un Omega, ¡UN OMEGA!- El estruendo de los libros del estante callendo al suelo me hizo saltar en mi lugar-Mi padre, mi abuelo y el abuelo de mi abuelo, todos han tenido solo un hijo varón y siempre hemos Sido Alfas. Mi hijo también debe ser un Alfa de linaje puro, de ninguna manera aceptaré ser el único fracasado de la familia que tuvo como primogénito a un simple Omega-
Salí corriendo con lágrimas en los ojos, entre a mi habitación y cerré la puerta detrás de mí, fui un tonto al creer que mi padre me aceptaría.
Desde hace años mi padre a esperado a que use mi voz, la voz de un Alfa que doblega la voluntad de otros incluyendo a los Alfas más débiles.
Quería saber que tan fuerte era su primogénito, pero jamás pude usarla.
Desde hace días he notado un aroma extraño emanando de mí y me he sentido diferente. Mi cuerpo arde en calor y a veces mi estómago duele, esos síntomas pertenecen al celo de un Omega..
Y ahora que se lo que soy realmente y que sé que mi padre jamás me aceptará me siento tan solo y tan pequeño en este gran mundo.. sentí un nudo en la garganta al mismo tiempo que un dolor aparecía en mi pecho.
-¿Dónde estás? Te necesito- lágrimas corrían sin parar por mis mejillas, mi lobo, el Omega que permanecía oculto dentro de mi había hablado por primera vez.
Suplicaba que nuestro Alfa nos encontrará..nuestro destinado, se que es solo una leyenda pero si realmente existes, por favor ayúdame, te necesito.
(Presente...)
Yugi:
-// ¡Mierda!, El aire debió llevar mi olor hasta él //- aquel Alfa descubrió lo que soy y ahora tenía que escapar.
Pero casi de inmediato sentí su aroma golpearme, era un maldito olor a menta y eucalipto que comenzaba a marearme. Tenía que alejarme de él cuánto antes.
Separé mi mano de la suya e intente correr de nuevo pero fue inútil, aquel tricolor colocó su mano en mi cintura y me atrajo hacia él.
-¡Déjame ir!- exiji forcejeando, pero sus ojos carmesí no se apartaban de los míos -Omega..-
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