EL DRAGÓN DEL MAR-Adaptación [Yungi, Jongsang y Seongjoong] 《ATEEZ》

ROSAS EN EL AGUA

Aquella pareja caminó hacia el borde del acantilado, como cada año, en este día ellos llevaban aquel hermoso ramo de rosas para ofrecer en nombre de su amada hija Minji.

Con tristeza la Sra. Jeong tiró aquel ramo de rosas al agua, a olas que se estrellaban metros abajo, allí era donde Minji se había quitado la vida después de la muerte de su gran amor.  

"No permitas que le pase lo mismo a mi Yunho, no te lo perdonare esta vez" ella lo miró con los ojos llenos de lágrimas.

"Te lo juro" respondió Gunho sintiendo la misma tristeza y culpa en su corazón. Si tan solo ella lo hubiera obedecido y no haber ido al festival en el muelle y no hubiese conocido a ese muchacho, ahora estaría viva y casada con He Sung, tal vez tendría hijos... era doloroso pensar en ello porque simplemente no se puede cambiar el pasado.

Después de regresar a su casa, los esposos Jeong divisaron a lo lejos a un empleado del Sr. Kim, su amigo. El muchacho llegó cabalgando lo más rápido posible y les entregó un sobre:

 - Amigo, ven a mi casa.  Tengo malas noticias. Yunho ha desparecido. He avisado a la guardia para que lo busque en el pueblo y los alrededores. Apresúrate! 
Kim Hongseok-

Los rayos del sol entraban por la ventana, casi las once de la mañana...

Sus manos aferraban las sábanas, sus brazos ya no podían sostenerlo, así que su rostro también se hundió en la almohada, gemía de placer mientras su alfa sostenía sus caderas y lo embestía por detrás.  Deteniéndose a besar su espalda y su cuello, Yunho sabia delicioso como lo había pensado. Su celo estaba en su pico más alto, al igual que el del menor y pasarían varias horas hasta que pudiera apagar el fuego de su pasión.

El omega recordó despertar al alba entre besos y caricias del Alfa  "Te necesito" le había susurrado al oído. Mingi le había hecho el amor por segunda vez  y de nuevo ahora. Pequeños gemidos escapaban de sus labios sintiendo la fuerza del empuje del mayor, perdiendo la cabeza en la deliciosa sensación del nudo hinchado en su interior, uniéndolo a Mingi mientras le brinda placeres desconocidos por él.

"Aaah aaah Mingi... ¡Mingi!" 

Su mente no registraba nada más, estar en celo solo te hace pensar en aliviar el calor que te consume y llenar el vacío en tu interior. Es dejarte arrastrar por la lujuria y entregarte completo a tu alma gemela.  
Cada vez era aún mejor que la otra, era como si no pudiesen detenerse, disfrutando el uno del otro sin freno alguno y a pesar de ser una locura, era algo maravilloso... los besos del otro, sus caricias apasionadas marcando cada pedazo de su piel.

"Amor... ¿lo sientes? yo estoy cerca" Mingi le hablo suavemente bajando el ritmo para escuchar la voz de su omega.

"Mingi... se siente tan bien... estoy cerca" respondió entre gemidos.