EL DRAGÓN DEL MAR-Adaptación [Yungi, Jongsang y Seongjoong] 《ATEEZ》

A LA DERIVA

Yunho temblaba, a medida que se acercaba a la puerta de la familia Kim. Su cara manchada con los surcos hechos por las lágrimas.  

Caminaba lento mientras se abrazaba así mismo, temblando sin parar, estaba más en un estado de shock que otra cosa.  Mingi lo había alejado de él, le había ordenado que se fuera, que nunca más lo buscara... su pareja destinada lo había rechazado y enviado al mismo infierno.

Entró por la puerta con la mirada perdida y la cabeza agachada, Hongjoong fue quien primero lo encontró.

"¡Yunho!" gritó el rubio corriendo inmediatamente hacia él evitando que se golpeara al desmayarse prácticamente en sus brazos.

Yunho se despertó horas después en su cama, en su casa. Tan solo despertó y un dolor le invadió el pecho al recordar lo vivido, era su corazón roto el que le dolía.

Se quedó acostado tratando de no pensar en Mingi, pero era algo inevitable. No quería llorar, lo primero era entender qué había ocurrido, no podía ser que simplemente después de haber pasado horas en sus brazos, compartiendo todo, las cosas hubieran terminado de esa manera. Yunho quería explicaciones, ¿Quién era el hermano de Mingi? ¿Qué le había hecho su familia a ese hombre? 
Estaba pensando en todo aquello cuando su madre entró a su habitación. La vergüenza se apoderó de él, ella sabía parcialmente lo que había pasado. Su hijo se había entregado a un Alfa y ahora lo había despreciado.

"Yunnie, ¿Quieres comer? has dormido por horas, ya son las 3 de la tarde" dijo ella colocando una bandeja con comida en una mesita a los pies de la cama de su hijo.

Ella se acercó y sin decir nada lo abrazo "No te preocupes Yunnie, ¿Te gustaría tomar un baño?" preguntó ella acariciando su cabello. 

El volvió a verla "Mamá... lo siento, perdóname" musitó sosteniendo las manos de su madre.

"No hay nada que perdonar. Lo más importante eres tu, te quiero mucho" le  sonrió calidamente, el omega volvió a bajar la mirada "No tienes que decirme nada, ve a darte una ducha, si quieres bajas a comer con tu padre y conmigo" el joven solo asintió levantándose para bañarse.

Sentía que su cuerpo aún tenían el aroma de Mingi, deseaba que el agua limpiara todo, de pronto sintió algo espeso deslizándose por su entrepierna, el rastro de la posesión de su alfa, empezó a llorar sin control, recordando cuantas veces lo había llenado con su semilla. Cuántas veces le había llevado al éxtasis, las caricias y palabras amorosas que compartieron, pláticas sobre su futuro juntos... ¿Toda aquella pasión para que? ¿Para luego decirle que no debían verse más? para destrozar su corazón? Yunho lloró como nunca hasta que sintió que ya no tenia lagrimas.  

Sus padres cenaban sin decir palabra alguna, Yunho bajo las escaleras y se sentó a la mesa con ellos. Su madre le sirvió, el joven omega sentía que no podía pasar bocado pero al menos trataría de no angustiar a su madre si dejaba de comer.