Capítulo 22

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Escucho como se abre la puerta mientras estoy en la cocina desayunando, haciendo que mire la hora, siendo todavía las 10 a.m

-Buenos días- dice Ross desde la puerta.
-Estoy en la cocina- le aviso y escucho como se cierra la puerta.

-Hola amor- me vuelve a saludar al llegar a la cocina y viene directo a mi, besándonos al instante. -Cereales de chocolate, ¿me equivoco?- río ante su forma de decirme que mi boca sabía a eso.
-Efectivamente- Ross deja un pequeño beso en mi boca de nuevo. -¿Quieres tomar algo de desayuno?- Ross niega con la cabeza.
-Ya he desayunado en casa- asiento. -¿Qué tal has dormido?- coje un taburete y se sienta a mi lado.
-Bien, pero se me está empezando a hacer raro dormir sola- Ross sonríe ante lo que digo.
-Me pasa lo mismo- me como una cucharada de mi bol de cereales.

Termino de desayunar mientras seguimos hablando, y me voy arriba a ordenar mi habitación y luego buscar que me iba a poner.

-Lilly, ¿qué te falta?- me pregunta Ross con un tono de voz alto desde la parte de abajo de mi casa cuando han pasado unos 15 minutos.
-Me falta hacerme una coleta y ponerme mis deportivas- contesto en el mismo tono de voz.
-Okay-

Entro al baño, donde cepillo mi pelo y agarro una goma haciéndome una coleta alta. Me miro en el espejo asegurandome de que esta está bien y vuelvo a mi habitación, donde me pongo las deportivas y por último agarro un pequeño bolso donde guardo varias cosas.

Bajo las escaleras viendo que Ross está apoyado en una pared mientras mira su teléfono.

-Ya estoy- señalo lo que llevaba puesto, que era una sudadera azul y unas mallas negras.
-Guapisima- Ross guarda su teléfono en su bolsillo. -¿Nos vamos?- asiento.

Salimos de mi casa y nos montamos en su coche, poniendo música al instante.

Y donde íbamos era a jugar softball con toda la familia y amigos de Ross, lo cual era una tradición semanal para ellos, haciéndose todos los domingos.

Yo había aceptado sin cuestionar nada, pero ahora en el coche no podía parar de pensar que debería estar haciendo cualquier cosa menos esto.

Y esto era porque aunque ya llevábamos un mes otra vez juntos, dar el paso a que todos los de su familia lo supieran seguía pareciéndome algo demasiado grande.

Tardamos en llegar al sitio una media hora, aparcando bastante lejos de donde estarían todos, ya que no habíamos encontrado otro sitio.

-Amor, ¿estás bien?- me pregunta.
-Si- miento.
-Lilly- me llama, haciendo que le mire. -Tu cara dice de todo menos que estés bien- me informa.
-No se si ha sido buena idea aceptar venir a esto contigo- Ross suelta un suspiro.
-Todo va a ir bien, nos lo vamos a pasar bien- afirma.
-De eso no tengo duda Ross, siempre me lo paso bien con tu familia, pero….- me callo unos segundos. -¿Quién de tu familia sabe que venimos juntos?- le pregunto.
-Solo Ryland, y creo que también Rydel- contesta. -Escúchame- le vuelvo a mirar. -Yo estoy seguro de lo que estoy haciendo, y estoy más que preparado de presentarme allí delante de todos contigo y que vean que estamos juntos de nuevo- agarra mi mano. -Y sé que para ti no es fácil, porque por mucho que me lo digas, tengo claro que no has recuperado la confianza en mí del todo, como es normal, pero te prometo que si estoy dispuesto a afirmar delante de toda mi familia y quien esté con nosotros allí hoy que estamos juntos de nuevo es porque quiero enseñarte que de verdad puedes confiar en mi-

Levanta mi mano y empieza a dejar pequeños besitos en ella, haciéndome sonreír de forma cansada.

Sin decir nada, ya que no sabía de qué forma responder, salgo del coche, viendo como Ross sale de forma rápida y viene hacia mi, abrazándome de forma fuerte y alzandome mientras me da besos en la mejilla, lo que me hace empezar a reír.

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