Capítulo 35

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-Okay, pues luego te digo para confirmar si puedo ir Gavin- empiezo a cortar la conversación.
-Entendido guapa- eso me hace sonreír. -Adios-
-Adiós- cuelgo la llamada.

Dejo mi teléfono de nuevo en la mesa del salón y vuelvo a agarrar el libro que estoy leyendo con la intención de seguir.

Paso de página mientras escucho al poco rato de haberme puesto como la puerta de mi casa se abre, sabiendo a ciencia cierta quién era y que quería.

Sigo leyendo mientras escucho sus pasos hacía el salón y noto como se pone a mi lado mientras me mira.

-Buenos días- no hago ningún tipo de gesto ante el saludo de Ross. -¿Qué estás leyendo?-  paso de página -Ya veo que sigues enfadada- empiezo a leer esta nueva página.

Al no hacerle caso, de reojo veo como Ross se agacha hasta quedar de rodillas y así apartando el pelo que caía por mi cuello.

Cierro los ojos al notar su respiración sobre este, empezando al instante a dar pequeños besos por toda esta zona, odiando en estos momentos que él supiera mis puntos débiles.

-Ross, si crees que esta es la mejor forma para disculparte te voy a dar una pista, vas muy mal- digo con la voz más firme que puedo articular.
-Y vuelves a tener lengua con la que poder hablar- se separa de mi cuello y se me queda mirando. -Empecemos de nuevo, buenos días- ruedo mis ojos y me levanto del sofá dispuesta a irme de allí. -Eh, ¿dónde vas señorita?- Ross agarra y tira de mi brazo pegándome a él.
-Ross, para-pone su brazo enrollado en mi cintura antes de que me pueda separar. -Lo digo en serio, no estoy de humor después de lo de ayer- le miro a los ojos, lo que hace que me suelte de forma lenta.
-Lo sé- deja nuestras manos entrelazadas. -Y de verdad siento mi actitud de ayer- con su pulgar me hace pequeñas caricias en la mano. -Fuí un completo idiota, y sé que todo lo que dije era algo que de verdad no pienso- sigo estando en silencio. -Di algo por favor- me pide.
-Me voy a duchar- suelto su mano y me doy media vuelta.

Subo las escaleras ignorando el hecho de que Ross no tardaría más de dos minutos en seguirme, porque le conocía, y cuando quería algo hacía lo que fuera hasta conseguirlo.


Entro en el baño y enciendo la ducha para que el agua empezara a calentarse y me quito la ropa.

Me meto en la ducha y en cuanto mi cuerpo toca el agua cierro los ojos, centrándome únicamente en ese momento, intentando no pensar en nada más.

Unos segundos después agarro el champú dispuesta a empezar a lavar mi pelo, escuchando cómo justo se abre la puerta del baño, lo que me hace rodar los ojos.

-Ross, vete fuera- empiezo a enjabonar mi pelo con el champú.

Remuevo mi pelo asegurandome que estoy llegando a todos los lados y después de un rato, empiezo a aclararlo.

Y es cuando justo veo como, sin ningún reparo, Ross entra en la ducha completamente desnudo.

-Ross, ¿qué haces?- le pregunto algo alarmada y enfadada a la vez.
-Yo también me vengo a duchar- ruedo mis ojos.
-Bien, haz lo que quieras- me muevo para salir de la ducha.
-Para- Ross agarra mi brazo haciendo que me quede quieta. -No has terminado de ducharte- suelto un suspiro.
-Sigo luego- no pensaba dejar que esta vez él se saliera con la suya.
-Si quieres llegar puntual a la cena con Gavin, no creo que eso sea muy buena idea- mis ojos se abren ante lo que dice.
-¿Y tú cómo sabes que planes tengo?- me suelto de su agarre y me cruzo de brazos.
-Recuerda que él es uno de mis mejores amigos cariño- me guiña un ojo.
-Okay, pues cómo son mis planes y soy yo la que tiene que llegar puntual, sal de la ducha- le mando.
-Por si acaso el hecho de que esté aquí dentro desnudo no te ha dado una idea clara, te lo voy a decir- Ross mueve su cabeza hasta que sus labios quedan cerca de mi oreja. -Ninguno de los dos va salir de aquí hasta que yo lo considere, ¿entendido preciosa?- su voz era ronca.
-Vete a la mierda- Ross intenta ocultar su sonrisa.

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