Lo Que Mas Quiero (Carlisle & Esme Cullen)

7- Regreso

Carlisle:

volvía con Esme de un paseo que habíamos dado por la ciudad. Iba pensativo en lo que habíamos estado hablando en el parque. Esme tenía razón, la vida no era un sueño y la felicidad podía esfumarse en cualquier momento. Eso me hacía querer protegerla aún más y por ese motivo debíamos salir de aquella cuidad cuanto antes.
Cuando llegamos al castillo me quedé de piedra al ver a la persona que hablaba con Cayo cerca de las puertas. Esme se percató de los que me pasaba.

¿Que ocurre Carlisle? - Me dijo mirandome. Ambos de dieron cuanta de nuestra presencia al escuchar hablar a Esme. Nos miraron.

Edward - Dije casi en un murmullo. Su mirada se dirigió hacia Esme extrañado, esta lo miraba curiosa. Se acerco a nosotros lentamente.

Carlisle. - Dijo mi hijo.

No te acerques. - Le dije. Él paro en seco. - ¿Que haces aquí?

Yo.... Estoy de vuelta. Siento mucho lo que te dije. No debería de haberme ido así de golpe. Lo siento mucho. - Me dijo. Una parte de mi estaba enfadado con el por lo que hizo, pero se le notaba muy arrepentido y el instinto paternal me venció. Me acerque a él y lo abrace. El correspondió a mi abrazo.

Esta bien. Pero tenemos que hablar de esto en un momento más serio. Me alegro de que estes de vuelta. - Le dije.

Yo también. - Me dijo sonriendome. Su mirada se dirigió detrás de mi. Me gire y vi a Esme confundida mirándonos. - Así que te casas. - Dijo sonriendo divertido.

Si, así es. Esme te presento a Edward, mi hijo. - Dije tomándola de la mano y acercandola a mi. Edward le cogió la mano y se la beso. Ella lo miró alzando una ceja.

Un placer. - Dijo Edward.

El placer es mio. - Dijo ella sonriendole, aún que podía notarla tensa.

Tenemos muchas cosas de las que hablar, pero ahora no es el mejor momento. - Le dije a Edward, que también había notado la incomodidad de Esme. También pude darme cuenta de que Edward se estaba resistiendo para no atacarla, pues como pude ver sus ojos se habían vuelto rojos en el tiempo que estubo fuera.

Si, será lo mejor. - Dijo el. - ¿Te parece que mañana demos un paseo y te cuento?

De acuerdo. - Dije sonriendole. Ambos nos abrazamos. - Nos vemos mañana.

Adiós. - Dijo Esme.

Adiós. - Nos dijo Edward alejandose. Yo me llevé a Esme hacia dentro del palacio. Estubimos caminando en silencio, y la note extraña, pero no me atreví a decirle nada.

¿Por qué no me digistes que tenias un hijo? - Me preguntó algo molesta.

Yo... No creí que fuera importante. - Dije mirándola.

Claro que es importante. ¿Has estado casado? - Dijo parándose a mirarme.

¡No! Te lo habría dicho. - Dije empezando a molestarme yo tambien.

A vale - Dijo ella irónicamente. - ¿si me dirías eso, pero que tenias un hijo no?

Esme, esto es una cosa un poco más complicada. No es el momento. - Dije serenandome. Ella se llevó las manos a la sien con gesto cansado.

Esta bien. Pero tienes que explicarme muchas cosas, y me gustaría que fuera pronto. - Me dijo cruzandose de brazos y mirándome sería.

Es complicado. - Le dije.

Me da igual. - Dijo ella.

Esta bien. - Dije cediendo para poder dejar la conversación. Me acerque a ella y la agarre de la cintura. - No me gusta cuando te enfadas. - Dije acercandola a mi.