❥Capítulo Dos.

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𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳.


Los primeros dos años de ausencia, Jungkook lloraba constantemente exclamando cuanto extrañaba a su madre, Hyuna iba a su habitación cada vez que escuchaba al pequeño llorar y lo abrazaba y le cantaba hasta que el pequeño Jungkook quedaba plácidamente dormido en sus brazos.

A la edad de trece años comprendió que jamás volvería a ver a su familia. Le gritaba entre llantos a Hyuna cuanto la odiaba por separarlo de sus padres, haciendo que la chica se sintiera culpable más no podía hacer nada porque ella solo obedecía órdenes e infinitas veces le pidió perdón a Jungkook entre lágrimas, esperando que el menor la perdonará algún día ya que le había tomado un cariño especial al niño, al igual que todos en aquella casa.

Jungkook estuvo encerrado en una casa en una de las zonas más prestigiosas de Seúl, Hyuna fue la encargada del pequeño durante siete años hasta que Jungkook por fin logró adaptarse a la nueva vida que lleva ahora, resignado a que jamás volvería a su antigua vida.

Su mente recordaba borrosamente la imagen de su madre, tampoco podía recordar con claridad a su padre y a Namjoon, más siempre pensaba en ellos rezando todas las noches por volver a verlos.

Jungkook duró los siete años en la misma casa lujosa, le explicaron de ese nuevo mundo del que ahora era parte, conseguía dinero de maneras malas e ilegales pero que al final siempre valían la pena ya que gracias a esas acciones Jungkook ahora podía disfrutar de esos costos gustos, más el menor jamás lo disfrutó completamente. No tenía permitido salir de aquella casa, ni siquiera al jardín, diciendo que afuera habían muchas personas malas que querían hacerle daño a Jungkook y a todos ellos, haciendo que el pequeño temiera porque aunque odia admitirlo, también le tenía afectó a la chica rubia.

Cuando cumplió la edad de quince años, Hyuna intentó negociar con el jefe, rogándole que dejarán al chico un tiempo más, pero la respuesta siempre fue no. Y Hyuna sabía que significaba eso.

Jungkook finalmente sería expuesto en Central Station.

Intentó de la manera más correcta explicarle al chico como es que sería su vida apartir de ese momento. El chico logró entenderlo pero no pudo evitar sentir miedo.

Unos días después, el señor Min Kyung Hoon. dueño de Central Station y el que comenzó todos aquellos actos ilegales, llegó a la lujosa casa y junto con Hyuna, se lo llevaron en dirección a aquel prostíbulo.

Le explicaron todo lo que debería hacer. Todos los actos que haría, la hora, como lo haría y que debería hacer después de eso. El chico comenzó a llorar debido al miedo y Hyuna inmediatamente corrió en busca de consolar al pequeño.

Él solo es un pobre ángel en este mundo de bestias.

Kyung Hoon esperó que el chico terminara su llorar y lo miró por un largo rato, admitía que era un chico muy lindo, casi parecía un muñeco de porcelana.

- Vamos hacer algo...- comenzó.- Entiendo que eres virgen y realmente odio verte llorar, eres muy bonito y llorando ya no lo eres tanto. Así que voy a darte la oportunidad de que pierdas tu virginidad de una manera más...decente.

Hyuna lo miro como si le hubieran salido dos cabezas. Estaba realmente sorprendía por el hecho de que jamás había tenido esa "consideración" con los antiguos chicos que trabajaban en el lugar.

- Tengo un hijo, Min Yoongi. Él te puede ayudar.

Jungkook miró a Hyuna en busca de aprobación o de alguna señal por parte de la chica que le indicará que hacer, no confiaba en nadie que no fuera ella.

La chica no sabía que decirle al pequeño, perder la virginidad sin querer hacerlo realmente no era una mejor opción, pero sabía que así podría tener una experiencia no tan fea en su primera vez que si lo hiciera con un cliente cualquiera que podría dañarlo.

Asintió lentamente en dirección a Jungkook y el chico no tuvo otra opción que hacer la misma acción con la cabeza baja y el jefe muy gustoso los dirigió a su oficina comentando en el trascurso que tendrían que hacer esto lo más pronto posible ya que Jungkook comenzaría sus noches a partir del próximo lunes. Y ese día era viernes.


∘ ∘ ∘


Finalmente era domingo y lo había hecho, por Dios, lo hizo y lo peor de todo, ¡Le gustó!

Al conocer a Min Yoongi no pudo evitar ponerse nervioso, sabía a lo que iba, más no confiaba en que realmente fuera a ser placentero.
El chico de aproximadamente 20 años de edad lo hizo sentir cómodo, susurrando que se mantuviera calmado y accesible para poder hacer todo lo más rápido y cómodo posible. Acató las órdenes del chico y no podía negar que lo disfrutó. Estaba infinitamente agradecido con que le hayan dado esa oportunidad de que su virginidad no haya sido arrebataba de una manera violenta y lejos de ser placentera.

Unos días más adelante, Jungkook comenzó a trabajar oficialmente en aquel prostíbulo famoso, dejando complacidos a todos los clientes, incluso a los que sabían que jamás tendrían el privilegio de tocarlo algún día.

Desde aquella noche jamás dejó de tener sus encuentros con Yoongi ya que él era el único que podía darle el placer que ninguno de sus clientes lograba darle, y al mayor tampoco parecía molestarle. Era como una relación abierta, aunque mayormente solo eran encuentros sexuales muy lejanos de ser llamados una relación.

Jungkook la mayor parte del tiempo era obligado a lidiar con la violenta actitud de sus clientes en estado de ebriedad, más aprendió a controlarlo y a no llorar como lo hizo el primer mes de trabajo. Hyuna siempre fue un gran apoyo y aunque le dolía decirlo; ella ya era como una madre para él.

Siempre estaba pendiente del bien del chico y en cada momento de agresividad, ella era la encargada de curar las heridas de Jungkook.
Jungkook logró cautivar a cientos de personas en el poco tiempo que llevaba en el lugar, haciendo que las ganancias del prostíbulo aumentaran ridículamente. El señor Min no podría estar más feliz y por ello dejó que Jungkook gozará de varios privilegios, entre ellos poder volver a la casa en la que quedó antes de llegar a aquel lugar, obviamente Hyuna iría con él. También podía pedir cualquier cosa sin que alguien se negara en lo absoluto. Desde los ocho años fue criado de una manera muy distinta y jamás pudo conocer la realidad de varias cosas.

A pesar que se tenía riqueza y el amor de Hyuna jamás pudo sentirse completamente cómodo, sabía que su vida era una mierda total, muchas personas le aplaudían por ser bonito, justo como él quería, pero también sabía que solo lo veían como el único vaso de agua en pleno desierto. Sabía que todo el dinero que tenía ahora jamás se compararía con el amor de su familia. Extrañaba esos rostros borrosos que su memoria fabricaba y estaba cien porciento seguro de que si fuera posible, daría todo el dinero que tiene para poder abrazar a su madre una vez más.

Central Station (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora