𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌.
Otra ronda daba por finalizada, ¿Era la tercera? Tal vez la cuarta, no lo sabían pero no habían parado hasta ahora, en dónde sus respiraciones erráticas eran el único sonido de la habitación.
— Creo que ya debemos parar.— habló Jimin en un débil susurró
— Estoy de acuerdo.— suspiro el castaño.— Joder, eres increíble en ésto.
Escuchó al agente reír.
— Yo sé, dime algo nuevo.
Jungkook goleó débilmente al chico riendo, fue entonces que se apoyó en su codo para mirar fijamente al agente.
— ¿Todo bien con tu caso? Te veo menos estresado que la vez anterior.
— Nene, acabo de tener sexo contigo, claro que voy a estar menos estresado que la última vez. —Jungkook soltó una carcajada antes de levantarse de la cama y buscar su ropa interior en el suelo.
— ¿Y el caso?
— Una mierda. — bufó.— No hay pistas, no hay testigos útiles, no hay paradero sospechoso y en los lugares donde han buscado, no hay restos que indiquen que el chico ya esté muerto. Su familia ya dejó de buscarlo, no sé porque insisten tanto sí ni siquiera a ellos les importa. Una mierda total.
— Dime el nombre.— pidió el castaño.
— No debería decirte ésto, pero mi jefe conoce muchas personas, posiblemente sepa dónde está el chico.
— ¿Seguro? ¿Que tal si él se entera que me dijiste en dónde está? En caso de encontrarlo, claro.
— ¡No pasaría nada! ¡Vamos, dime!
Jimin frunció sus labios mientras se cuestionaba sobre si debería decirle, aunque después le pareció estúpido que estuviera dudando. Él podría ayudarlo mucho, debía aprovechar.
— Desapareció hace más de 10 años, posiblemente ahorita esté en sus veintitantos. Su nombre era Jeon Jungkook.
Fue entonces que el corazón del castaño se detuvo por un segundo, su cuerpo se tensó y podía sentir la penetrante mirada del rubio sobre él, una mirada curiosa que pareciera que podía ver todos sus pensamientos.
Jimin no pasó por alto la reacción del castaño, estaba seguro que él sabía algo.
— ¿Lo conoces? ¡Lo conoces, ¿¡cierto!?
Jungkook abrió los ojos sorprendido, negando con su cabeza en repetidas ocasiones.
— ¡No! S-solo que su nombre me parece conocido, posiblemente estuvo aquí antes y después se fue. N-no lo sé, no lo conozco.
Su voz temblorosa se podía escuchar aterrada ante el repentino cuestionar de Jimin, por lo que quiso huir de ahí inmediatamente y comenzó a vestirse con sus diminutos shorts para salir de ahí.
— Creo que debo irme, Min debe estar muy molesto. Adiós, Jimin.
El mayor no tuvo oportunidad de objetar ya que en cuestión de segundos, Doll Jeon ya estaba saliendo de la habitación y cerrando la puerta detrás de él, sin siquiera pedir el dinero se su paga y dejando a un confundido agente sobre la cama totalmente desnudo.
Jimin no pudo evitar sentir aquel vacío al verlo partir, regresando a su triste vida de soledad y estrés a la que estaba acostumbrado. Sin más que hacer, tomó todas sus pertenencias y salió no sin antes dejar una cantidad considerable de dinero sobre la cama, esperando que sea Jungkook quien lo encuentre, y salió del lugar.
Eran altas horas de la madrugada por lo que fue rápido llegar a su departamento en dónde la soledad lo esperaba listo para abrazarlo.
Soltando un suspiro, camino hasta la cocina sacando una botella de vodka, sirviendo su contenido en un vaso de cristal y dejando que quemara su garganta al tomarlo.
Tomó asiento en su comedor viendo ahí una copia del archivo que estaba leyendo hace unas horas, intacto y con la imagen del niño en la esquina superior izquierda, engrapada junto a su nombre.— Doll Jeon te conoce, entonces estás vivo, pero, ¿Dónde estás? — le habló a la nada y dió un trago más a su vaso.
Los recuerdos comenzaron a pasar por su cabeza, el chico jadeante bajo él gritando su nombre una y otra vez. Sonrojado y con sus castaños cabellos en desorden por todo su rostro, esos labios rosados y entreabiertos que lo hacían pecar en pensamiento y acción. No podía simplemente con ese chico. Era físicamente perfecto, y estaba seguro que incluso en su interior también lo era.
Sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos y centrarse una vez más en la imagen.
Sorprendentemente Jimin no tenía ni una pizca de sueño en él, por lo que se tomó su tiempo en el comedor.
Frunció el ceño cuando aquel niño comenzó a tomar ciertas características parecidas a cierto chico que conocía. Le pareció estúpido, pero no descartó la idea. Sus facciones comenzaron a ser similares con las de Doll, frunció su ceño y las comparaciones iniciaron.
Sus labios finos eran idénticos a los del niño, aquella piel porcelánica también y ese sonrojo natural en sus mejillas, tan tierno y caliente al mismo tiempo también era una de las características parecidas.
Jeon Jungkook. Leyó nuevamente en el archivo y nuevamente se dirigió al chico del prostíbulo de mala muerte.
Doll Jeon. Únicamente el apellido era parecido.
¿Será?
Terminó todo su vodka de un solo trago, sin importarle que ardiera fuertemente sobre su garganta y se puso de pie rápidamente dirigiéndose a la entrada. Cuando estaba por tomar la perilla de la puerta se detuvo. Ya era muy tarde, seguramente el chico ya esté dormido y honestamente no quería llegar de la nada al club preguntando por él. Necesitaba mínimo una orden para poder ir ahora y preguntar por Jungkook.
No tuvo más opción que detenerse y tomar esa oportunidad por perdida, dirigiéndose a su habitación totalmente frustrado. Intentó recostarse para descansar, pero su mente le hacía una mala jugada en la que no podía dejar de pensar sobre el dulce niño que fue secuestrado sin saberlo y que ahora posiblemente sea explotado en un club nudista.
Giró y giró en su cama, debía de concentrase en dormir y no en todo lo que pudo haber sufrido ese niño inocente que aún no sabía siquiera que su madre estaba muerta, o eso suponía él. Pasaron varios minutos, tal vez horas cuando sus ojos comenzaron a pesar por el cansancio y se dejó llevar, viendo únicamente la oscuridad cuando perdió la conciencia en su sueño.
Despertó al medio día, desorientado y sin muchas ganas de moverse de la calidad de su colchón, recordó a Jeon y sus pies lo obligaron a levantarse y darse una ducha para ir a perder el tiempo en su trabajo y finalmente buscar al chico castaño en la noche. Debía de hacerlo, y lamentaba no poder adelantar el tiempo como desearía.Eso fue lo que hizo, se vistió con unos jeans negros ajustados, una playera del mismo color y su chaqueta de cuero. Salió dispuesto a poder orden en sus pensamientos detrás del escritorio de su oficina.
Manejó su auto unos minutos, deteniéndose frente a una tienda de café. Necesitaba uno.Abrió la puerta haciendo sonar unas campanas que avisaban su llegada, formándose detrás de un hombre en espera de su turno.
— Muchas gracias...— escuchó su voz.
Su mirada se despegó de su celular, buscando aquella persona a la que pertenecía esa melodiosa voz que recordaba más por sus gemidos que por sus palabras.
Fue entonces que lo vió, con su orden en su mano y dirigiéndose a la salida.
— ¿Jungkook?
Lo llamó, probando su suerte, y sintiendo su corazón detenerse cuando el castaño giró a mirarlo.
Lo había encontrado.
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🍪¡Lo encontró! ... perdón por la tardanza, espero hayan disfrutado de los capítulos, gracias por leer galletitas.🍪✨
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Central Station (Jikook)[Adap.]
Random"Central Station" es uno de los prostíbulos más famosos de uno de los barrios de Seúl, llamado así por ser el lugar central al que todos desean acudir, y Jeon Jungkook, por sus maneras tan sensuales de bailar y sus buenos actos en la cama, es uno de...