Ame no Shita| Satoru Gojo

5

El cielo invadido por las tinieblas y nubarrones escarlatas, el viento azotando las ventanas con intensidad, ese tipo de noches frías que alimentaban el sentimiento de abandono te hacían sentir...completamente sola.

Ella miraba el techo con las manos apoyadas en su pecho y sus pies asomados de entre las sábanas, solo miró el reloj de la mesa por unos segundos y aún era temprano.

—Once de la noche...— manifestó con flojera.

Volvió a la posición en la que estaba inicialmente, se volteó nuevamente y llevó su mirada hacia la ventana.

—Pareciese que fuese a llover.

Se levantó de la cama y fue hacia el balcón, y sí, el cielo estaba completamente rojo, pero no había indicio de que fuese a llover, parecía, pero no. Posó su mano en el picaporte de la puerta y le dio la vuelta para abrirla.

Le dio un escalofrío, hacía frío y ella sólo andaba en un pijama de short que apenas podía protegerla; por lo menos era de algodón.

Llegó hasta la baranda del balcón, la luz de este estaba encendida; la única, ya que las luces del jardín casualmente estaban apagadas.

Entrecerró los ojos con extrañes.

—¿Por qué están...?

Estaba distraída mirando hacia otra dirección que...Un beso fue depositado en su mejilla.

—¡Hola ____-chan! —saludó Satoru, el cual estaba escalando el balcón desde las tinieblas.

Apenas espabiló su boca se paralizó e iba a pegar el grito de su vida.

Satoru le tapó la boca.

—¡Shhhh! No grites, soy yo— agregó entre carcajadas.

Le lamiste la mano y él la quitó de tu boca inmediatamente.

—¡____, que asco!¡¿Por qué hiciste eso?! —se limpió la mano con su pantalón.

—¡NADIE TE MANDA A TI A SALIR COMO UN ESPANTO POR LA NOCHE! ¿¡Quién te crees para subir así al balcón como araña?!

—Peter Parker.

—Idiota.

Le reviró los ojos y cruzó sus brazos, el seguía con una sonrisita atontada.

—¿A qué vienes?

—¿Qué haces despierta?

—No cambies el tema.

—Bien— el suspiró y se sentó en el borde del balcón—Vengo a buscarte.

—¿Y a dónde me vas a llevar?

—Al techo.

—¿Qué?

Él rió.

—¿Eso tiene algo que ver con que las luces del jardín estén apagadas?

Satoru asintió.

—Hoy hay una lluvia de estrellas y...—alzó su mirada con una sonrisita de medio lado, estaba algo nervioso— Quiero que las veas conmigo.

Abrió sus ojos a la par sorprendida, se señaló a sí mismo.

—¿Conmigo?

—Claro tonta, ¿Con quién más?

Ella se sonrojó.

—¡Yo que voy a saber! ¿Con Geto tal vez?

Él se limitó a sonreír.