Cap 20

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Camila miró esos ojos verdes que reflejaban dolor y, bien en el fondo, interés iluminados por una luz inexistente que los hacía brillar como nunca pero que luego serían disfrazados con falsa indiferencia.
Casi de inmediato se sintió estúpida. Estúpida por amar a una mujer que jamás la amaría de la misma forma, estúpida por mostrarse tan vulnerable ante aquella mujer tan fuerte que, luego de ese día, seguramente la vería con pena e incomodidad.

Se sintió, sencillamente, estúpida.

Y Lauren la miró directamente a los ojos y se sintió una idiota. Idiota porque, por mucho que deseaba corresponderla, no planeaba hacer nada al respecto. Porque no se permitiría amar a una persona con las manos tan manchadas de sangre sin tener el más mínimo remordimiento. No era esperanzador para ella porque... ¿Cómo alguien capaz de matar a sangre fría podría amar? Era impensable.

_Lo siento- murmuró- yo no puedo...

_Lo sé- la cortó a la par que sentía el dolor adueñarse de su pecho- pero debía decírtelo.

_Creo que lo mejor es que tomemos distancia, me quedaré unos días con Lily- con cada palabra que salía de su boca intentaba convencerse a sí misma de que era lo mejor.

_No tienes que irte del cuarto- bajó la mirada- yo puedo irme con Dinah, sé lo mucho que valoras tu propio espacio.

_Como quieras- le dio la espalda para seguir su camino hacia la entrada- adiós, Camila.

Pero la latina no lo oyó, ya no estaba ahí. Había salido corriendo, no estaba segura de hacia donde pero no quería seguirla hacia aquel edificio. Su mente iba demasiado rápido. Sus lágrimas, ardientes por haberlas retenido tanto, se camuflaron con la lluvia que recorría su cara.
Dejó de correr cuando se topó con la caseta en la que había estado esa mañana, pensó en todo lo que había cambiado todo en tan solo un día y deseó que fuera un sueño, que al abrir los ojos descubriría que se había quedado dormida.

Pero no fue así.

Todo era real... la había perdido.

Entró en la caseta y buscó entre los cajones una toalla para poder secarse, sabía que estarían allí pues se trataba de una caseta junto a un lago. Rodeó su cuerpo con una y colocó otra en el suelo para poder recostarse.

Era una sensación extraña la que recorría su pecho en aquellos momentos pues sentía en parte alivio por haber sacado la verdad pero, también estaba el dolor por el precio demasiado alto que había pagado. No sabía cuánto tiempo necesitaría Lauren pero la esperaría.

Siempre lo haría.

..............

El sol brillaba alto en el cielo y parte de su luz se colaba por la ventana de aquella caseta, directamente hacia la cara de Camila Cabello. Sus ojos se abrieron siendo molestados por los rayos, miró por un momento su alrededor sin comprender donde se encontraba hasta que pasó, todos los recuerdos del día anterior la golpearon como si de un martillo se tratara. La cara de decepción no se hizo esperar...

Ella no había vuelto a buscarla.

Mientras se levantaba podía escuchar el crujido de sus huesos, había dormido mal por primera vez en 6 años. Y, por primera vez desde esa noche en San Francisco, se había sentido sola.

Su estómago rugió obligándola a salir de su pequeña guarida y empezar su camino hacia el edificio de la A.S.S.O. Debía tomar una ducha y llevar un poco de ropa a la habitación de Dinah que, esperaba, la pudiese recibir por algún tiempo.

A lo lejos, un par de ojos oscuros la veían con preocupación. Se preguntó qué podría hacer para remediarlo aunque sabía que ese no era su trabajo.

Perfect two - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora