daddy and baby → xiaodery.

;; 𝒕𝒉𝒆 𝒅𝒂𝒕𝒆 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒌𝒊𝒔𝒔

volvemos en el tiempo, hacia unos 3 años en el pasado, hacia la última cita de este par antes de iniciar su relación tan... ¿exótica? ni idea, ni siquiera con el paso de los capítulos uno sabe como describir a esta pareja. 

después de un poco más de un año y medio de citas, xiao dejun estaba decidido a confesar su amor hacia el pequeño jodidamente tierno menor de edad que robó su corazón. 

él y wong kunhang, estaban solos en la playa, eran las 11:30 de la noche, y estaban al borde de presenciar una luna rosada, a solo un minuto del espectáculo, algo que no ocurre nada seguido, tal vez, cada un par de años, no es tanta espera. 

el pelinegro —kunhang. —, sentía como el brazo de su mayor cubría su hombro, marcando y cuidando su territorio, notaba como la mirada de dejun se movía de lado a lado, vigilando que nadie, ni hasta una gaviota, rompiera su perímetro de diez metros de distancia. 

— dejun-ge —dice el menor, abrazando sus piernas, xiao voltea su mirada. — ¿usted a ha visto una luna rosa antes? 

— la última y primera vez que la vi fue con mi familia en china, unos meses antes de mudarnos a corea. eso fue hace unos... ¿¿siete años atrás?? —se cuestiona, sonriéndole al chico, él igual le sonríe. 

la luna da un brillo tenue singular, y el color rosa romántico emerge de ella sin tanta claridad como se esperaba. los ojos de ambos voltean a verla, les da una sensación rara. la luna les grita algo que pueden escuchar, aunque esta no tenga una voz, pueden escuchar que los corazones. 

— wong kunhang... —dice, en voz ronca, captando la atención de su cita. — i like you.

lo dijo... ya era hora. 

en una maniobra rápida, terminaron besándose. no era un beso francés, ¡que asco! era un beso romántico, donde los dos movían sus labios al ritmo que ellos querían. se sentía tan bonito. tan acogedor. tan... hermoso. 

— y-yo... te amo, dejun-ge..... —masculla bajo avergonzado, sonrojándose e inflando las mejillas. 

— ¡dios, deja de ser tan tierno, me darás un infarto sin ni siquiera ser tu novio! —exclama riendo, robándole un besito. 

— ¿y quién dijo que no lo es?