el vaivén va directamente a lo rudo, aunque nunca fuera pacífico desde el comienzo.
entra y sale, una, y otra, y otra, y otra, y otra vez.
sus pieles chocan y suenan, una melodía que se volvía un éxito para los oídos de xiao dejun. la pierna izquierda de hang se va hacia el hombro desnudo de su dominante. de pies a cabeza responde el organismo del menor, moviéndose de arriba a abajo, consecutivamente. el culo de wong vibra con cada choque, se siente intimidado y cómodo por lo que está pasando, su mente está en blanco, por lo que no puede procesarlo ni un momento si es que quisiera hacerlo de todas maneras. dejun baja a atacar las clavículas de su sumiso, le gustaba hacerlo sufrir. las esposas de sus muñecas no le permitían hacer nada para impedirlo, y además de su mordaza de bola, solo le costaba gemir, gritar dentro de su boca, pero era lo único que podría hacer mientras la polla de su marido entraba y salía de su cuerpo, chocando siempre contra su punto dulce tantas veces como podía.
el sumiso gritaba, exclamaba con su lenguaje corporal un orgasmo generoso que estaba lastimosamente cerca. se acercaba a su fin, su cuerpo estaba siendo explotado al igual que su interior, sentía que moriría de lo bien que se sentía. sus ojos tenían la mirada desenfocada, no podía distinguir lo que tenía a su alrededor.
la verga de su marido estaba tan hinchada, y era tan satisfactorio que estuviera destruyéndolo, quemándolo por dentro.
— ¡¡MMMmmGP, NnnHG!! —su mordaza le permitía decir cualquier cosa, pero sin expresarse verbalmente bien. de verdad que su cuerpo estaba rojo de hombros a cabeza, y más su pene, a un punto más de una explosión. quería gritar tan fuerte, hasta que se rompieran las cuerdas vocales de tan fuerte que sería ese mismo grito de placer.
— ¿¿deseas algo más, pequeña zorra?? —dice, subiendo a atracar su cuello, haciendo que este se estire mientras sus embestidas siguen avanzando.
— ¡¡mMMmHg!! —vuelve a exclamar, moviendo sus manos adoloridas detrás de su espalda. el sonido representa la alarma del clímax.
— oh, claro que sí~ —sonrió de manera perversa, sus manos grandes y temblorosas suben hacia la mordaza, a removerla, que era suficiente de no escucharlo gemir su nombre.
lo primero que hizo wong kunhang apenas sintió su boca libre, fue gemir lo más alto que podía el nombre de su amado papi. este mismo trataba de mover sus caderas para un severo alivio del ardor que le infectaba por dentro, estaba tan debilitado, parecía que su cuerpo ya no le pertenecía. no podía manejarlo, le dolía todo, su ser físico absoluto y completo le dolía, se quejaba, pero lo disfrutaba de todos modos.
la linda melodía sonora de su voz parecía el mismo paraíso auditivo para el mayor, quien da estocadas más fuertes y astutas, también sintiendo su orgasmo más cerca. sus cuerpos hormiguearon y temblaron simultáneamente, y empieza la cuenta regresiva por cada respiración agitada que dan.
diez, la pierna restante del más bajo va hacia el hombro de su marido, ambas rebotando.
nueve, dejun mantiene su velocidad, pero sabe que debe hacerlo más fuerte si quiere un orgasmo que complazca la necesidad del contrario, en realidad la jodida necesidad de los dos hombres.
ocho, kunhang logra volver a tomar el control de sus caderas, puede moverlas para sentirse mejor, el roce de su próstata y el glande de xiao lo alivian de cada dolor que podría sentir en el tiempo presente.
siete, el respaldo de la cama tiembla y da saltos contra la pared, las sábanas botan hacia el suelo sus telas, las tapas rojas y cómodas. todo el mundo se cae, parecía el mismo fin del mundo era el que vivían.
seis, sus belfos se juntan al fin después de tanta perversidad, sus lenguas batallan entre ellas al son de la música de sus pieles. sus bocas se transforman en la guarida de todos los gemidos, todos los jadeos.
cinco, las luces rojas se prenden en fuego, en una llama apasionada y muy fuerte. ese color tan lindo y poderoso que ayuda en el ambiente erótico que estos tienen. dios, que alguien los ayude a controlar su instinto animal.
cuatro, solo quedan tres números más, y la mordaza de bola que había quedado en el cuello del menor, se suelta sola, deslizándose por toda la cama, hasta quedar a los pies de esta.
tres, la presión contra sus cuerpos, el aire pesado y sudoroso que se siente allí, el más alto carga con ello en su espalda, bajando para que ambos pechos estén a roce.
dos, el hilo de saliva que los separa cae hacia el labio de hang. dejun ama molestarlo, de la manera que fuera posible. su nueva y última comida era ese labio manchado en el líquido transparente y denso, lo lame, lo muerde, haciendo que el contrario se quejara fuerte y agudo.
uno, la mordaza cae, y la pupila de wong se achica. aquí es donde ambos terminan el feroz celo que los apresa.
cero...
— ¡¡¡PAPI!!! —grita, su voz hace una pequeña ruptura al final de tal exclamación.
su cuerpo queda hacia arriba, toda una expansión cubierta de un blanco brillante y líquido. sus ojos finalmente pueden cerrarse en paz, pueden finalmente descansar y sentir alivio. podía sentir el dolor en su cuerpo y pensar en todo lo que había pasado. le gustaba. el semen de dejun termina dentro de él, el semen de kunhang termina en su abdomen, tórax y parte de cuello rojo y mordisqueado.
sus cuerpos terminan tirados en cualquier parte de la cama, pero lo suficiente para poder abrazarse y besarse una vez más.
— love you, babe~ —dice el mayor cerca de sus labios, acariciando su rostro lleno de sudor y parte de sus cabellos despeinados, susurrando sensualmente con un tono adormilado.
— i love you too, daddy~ —responde, acercándose para dejar un besito más y terminar dulcemente dormido sobre su pecho.
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daddy and baby → xiaodery.
Hayran Kurgu𝖙𝖊𝖗𝖒𝖎𝖓𝖆𝖉𝖔 | Xiao Dejun y Wong Kunhang son un matrimonio gay muy adicta al 'daddy kink'. ∔ Aparición de NCT e integrantes de otros grupos. ∔ Edades: + Xiao Dejun...