baby can't you see? | Goyuu

Parte 5

Uno cometería un grave error al pensar que Gojo Satoru iba a dejar que sus sentimientos interfirieran en su viaje con Yuuji.

No podía negar que después de confesar el conflicto que tenía sobre cómo se siente respecto a él con Shoko y Suguru solo se sintió peor, pasando las siguientes horas mirando al techo mientras reflexionaba sobre los últimos años.

Yuuji siempre fue especial para él, Gojo era consciente de que el diminuto niño con extraño cabello rosado se había ganado un lugar en su corazón poco tiempo después de su mudanza.

¿Qué podía hacer Satoru al respecto, cuando Yuuji es el tipo de persona fácil de querer?

Pero Gojo creció sin dar una etiqueta específica al vínculo que compartían. Para los padres de Yuuji, Gojo era el vecino molesto que hablaba con su hijo; Megumi decía que los dos eran raros y por eso se entendían; los padres de Satoru veían a Yuuji como un capricho; Suguru y Shoko decían que era su protegido.

O eso creía, porque así como Gojo admitió la nueva naturaleza de sus sentimientos, sus dos amigos le contestaron que ya lo esperaban y solo era cuestión de tiempo.

¿Y si todos se habían dado cuenta, menos Satoru? Jin y su ex esposa no lo recibían de la mejor manera, el hombre solo aceptándolo después de resignarse porque era imposible deshacerse de Gojo. Megumi evitaba quedarse con ellos dos porque "es demasiado molesto solo mirarlos".

Incluso las parejas de Satoru comentaron sobre El niño que siempre te sigue, Gojo-kun. Porque era imposible que alguien conviviera con él, aunque fueran horas, y no se enteraran de la existencia de Yuuji y su relación con Gojo.

Pasó horas en la oscuridad, recostado en su cama mientras repetía cada momento que ha compartido con Yuuji y lo único que piensa es que tiene sentido y nunca lo pensó.

Gojo, que tiene el mundo a sus pies, el tipo de persona que si se lo propone logra lo que quiere y cumple todos sus caprichos. Gojo, con todo el poder e influencias que tiene. Gojo Satoru que creció como un prodigio, superior a todos, dejó pasar algo tan importante por debajo de sus narices.

Porque dio por hecho que Yuuji nunca dejaría de estar a su lado nunca se planteó qué significaba en realidad el chico en su vida.

Se equivocó y Yuuji tuvo que enamorarse de alguien más para que Satoru se diera cuenta de que lo que sentía por él era mucho más de lo que había imaginado. 

Pero ¿eso iba a detenerlo? Claro que no. El chico necesitaba compañía y si Yuuji estuvo para Satoru incluso en su molesta e irresponsable faceta de adolescente, lo mínimo, lo decente era que él pudiera ignorar por un tiempo su reciente revelación y actuar con naturalidad. 

—Yuuji ¿Cuándo fue la última vez que regresaste a Miyagi?

Satoru sabe la respuesta, pero han estado en silencio desde que se despidieron de Megumi, que regresaría a su departamento con su auto, y comenzaron su propio camino en el auto de Gojo. Yuuji siempre tenía energía incluso a temprana hora, sin importar si durmió poco, por lo que era claro que el viaje lo ponía nervioso. 

—No he regresado. Cuando mi abuelo murió creí que podría ir a recoger sus cosas, pero papá fue más rápido y solo me entregó lo que me había dejado dos días después. 

Aunque padre e hijo estaban ahora en mejores términos, aún guardaba parte del rencor que sintió años atrás, cuando tuvo que ver como Yuuji fingía la forma en que se le prohibió poder despedirse de su abuelo. 

Jin se arrepentía y le pidió sus respectivas disculpas a Yuuji, solo que es difícil de borrar esa imagen de su mente. 

—Entonces será como si fueras por primera vez ¡Como yo! Mientras no terminemos perdidos, todo bien.