Es una farsa

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Siwon gimió complacido. Con los ojos cerrados y aun sosteniéndose con uno de sus brazos junto a la cabeza de Heechul, llevo el otro brazo hacia la pequeña cintura donde se encargo de alzarla un poco. Logrando así, sacar un delicioso gemido en el más bajo al sentirse tan juntos.

Las piernas de Heechul se abrieron un poco más, dando entrada libre a que Siwon se metiera entre ellas y pudieran estar aun mas juntos de lo que ya estaban.

Los besos eran suaves, las manos de Hee se enredaban en el cabello de Siwon, tirando de este cuando el mayor se dedicaba a mordisquear sus labios. Prontamente sus cuerpos se llenaron de un calor asfixiante, las manos de ambos se colaron entre sus ropas para desnudarse.

No había prisa.

Una a una las ropas fueron cayendo, primero la camisa de Siwon, el saco de Hee, los pantalones del mayor...los besos paraban y regresaban con la misma intensidad.

Siwon rompió el beso una vez mas, se posiciono sobre su rodillas y desde ahí, observo a Hee. Aprecio la mirada perdida del menor, el sedoso cabello negro en diferentes direcciones, los labios enrojecidos y la respiración agitada.

—No vas a dejarme con la ganas. —Le dijo Hee con una sonrisa coqueta. —No otra vez.

—Créeme que a quien se le ocurra interrumpir este momento, lo mato. —Siwon se apoyo sobre sus codos a los lados de la cabeza de Hee. —Nadie me va a impedir amarte.

Un gemido de sorpresa salió de los labios de Hee cuando el mayor comenzó a lamer su barbilla. Los labios de Siwon besaban, chupaban, dejando un suave rastro de saliva en la blanca piel que encontraba a su paso. Los besos siguieron cayendo a lo largo de su cuello. Con su nariz, Siwon delineo la piel hasta llegar a su oreja donde se dedico a jugar con su lóbulo antes de soltar un gemido ronco que le erizo la piel.

Las piernas de Hee se cerraron a los costados de Siwon, el placer se extendía poco a poco a lo largo de su cuerpo.

Siwon le torturó un poco mas antes de tomar la camisa y abrirla de un tirón, logrando que los botones salieran desprendidos en el acto.

—Que salvaje. —Le dijo Heechul en una sonrisa gatuna.

Siwon le sonrió de vuelta. Con sus manos comenzó a delinear la pequeña figura frente a él. La piel de Heechul era suave y contrario a lo que podían verse por encima de la ropa, había apenas un ligero rastro de músculo. Fascinado por la imagen, se acerco para tenerla mas cerca. Un nuevo recorrido de besos inició. Las grandes manos tocaban la piel a su paso, sus labios buscaban dejar marcas de lo que estaba sucediendo en esa noche.

Los labios de Hee se entreabrian cada tanto, se retorcía sobre la cama, mientras sus manos buscaba guiar a Siwon más abajo.

El mas alto se tomo su tiempo. Dejaba besos cortos y pequeñas mordidas sobre la suave piel dejando marcas rojizas a su paso. Sus labios bajaron del estomago de Heechul, hasta la cinturilla del boxer. Aspirando el dulce olor, Siwon bajo aun más, deteniéndose justo frente al miembro despierto aun cubierto por la tela. Sus labios dejaron un beso sobre la visible punta antes de dar pequeñas lamidas humedeciendo así el boxer.

Heechul gemia con la piernas abiertas a los costados de la cabeza de Siwon. Una mano tiraba con algo de fuerza sobre los negros cabellos, mientras que la otra se ubicaba sobre sus húmedos labios.

—No te cubras. —Le dijo Siwon quitando la mano de sus labios, para después besar el dorso de esta. —Quiero oírte gemir mi nombre.

—Pero... tu familia. Tus padres.

—Todos están en el salon, nadie te escuchara hasta allá.

Heechul iba a decir algo más, pero se vio callado por los posesivo labios de Siwon.

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