Shoto caminaba con pasos serenos acercándose cada vez mas a la gran salida de la institución, aunque lucía pacifico, en su mente circulaban montones de interrogantes sin respuestas concretas o congruentes, miles de hipótesis siendo descartadas en el mismo instante que se formulan, pues ninguno lo satisfacía o era lo suficientemente lógica o contundente para convencerlo. Desde el sonido de la campaña indicando así la culminación de clases, se concentro tanto en ordenar sus útiles y guardarlos que al momento de salir perdió de vista a deku, y se suponía debían verse en la salida, así pues, lo que tanto generaba controversia en la mente del chico se resumía en una sólo pregunta; ¿que pediría izuku?. Sin lugar a dudas, estaba muy intrigado.
Al por fin cruzar la linea entre la salida y la preparatoria encontrándose en las afueras de la escuela miro sus alrededores buscando la figura del chico, sin embargo, no la hallo, solo vio a sus compañeros reunidos en un pequeño circulo platicando, estaba Uraraka, Lida, Kirishima y Kaminari, quienes al notar la presencia del otro, quien los observaba curioso, la saludaron amablemente, y Todoroki les devolvió el ademán con una leve sonrisa, algo que captó su atención es que ahí estaba Uraraka, la mejor amiga del verdoso, y no estaba con él, entonces, ¿en donde se habrá metido?, aunque la respuesta gritaba por su instantáneo descubrimiento shoto lo ignoró, pensó que seguramente se olvido del acuerdo y se fue sin mas, así que se canso de aguardar en el mismo lugar, dio media vuelta y tomo rumbo hacia su hogar.
O eso pensaba, pues al pasar de lado por un callejón alguien le apreso la muñeca, sin darle tiempo para reaccionar, lo atrajo a sus adentros haciendo chocar su espalda contra la pared de alguno de los dos edificios, posteriormente, cubrió la boca con la otra mano cautivando así cualquier sonido emitido por él. Todoroki aún estaba confuso por la acción súbita, no obstante, se mantuvo cuerdo y parpadeó repetidas veces para lograr enfocar a la persona causante de lo anterior, al enfocarlo, miro confundido.
Con la otra mano, la cual, no estaba apresado, retiro la mano cubriendo su boca.
— ¿Qué haces? — preguntó confundido, Midoriya le hizo un ademán indicándole que debía hacer silencio, soltando la muñeca que antes sujetaba.
— Silencio shoto, saldremos de aquí cuando los demás se vayan — aviso bajo mientras con extremo cuidado divisaba a sus compañeros inclinando su espalda contra la superficie sólida para que su campo visual lograba hallarlos.
— ¿Te avergüenzo tanto como para llegar a esos extremos? — inquirió irónico.
— No — respondió sereno, captando que faltaba poco para que los alumnos despojaran el lugar.
Cuando ya se fueron, Izuku le dio la señal a Shoto indicando que debían marcharse. Todoroki iba a la espalda de Deku, quien solo seguía sus pasos en total mudez.
— ¿Adónde vamos? — indagó con recelo.
— A mi casa — revelo cortante.
Ante la manifestación de Izuku, surgieron millones de preguntas en Todoroki, ¿para qué lo querría en su casa? ¿acaso le pediría que hiciera algún arreglo en ella? No, si ese fuera el caso hubiera contactado a alguien que desarrollará una profesión acorde a ello y desempeñara la labor bien, no a un inexperto, entonces, ¿que haría allí? ¿darle consejos con respecto a la familia? No, es muy poco probable. Antes llegó a la conclusión de que le ordenaría hacer algo que lo avergonzara o manchara su reputación y dignidad humana, pero ahora incluso se cuestionaba aquello. Así continuaban, dudas apareciendo de la nada y teorías sin fundamentos sólidos. Al menos eso le sirvió de entretención, pues en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba en la puerta del hotel, lo primero que analizo fue en que tipo de hotel se quedaba, así entraron al hotel hasta llegar a la habitación del chico.
Entró tímido al interior de la habitación, quitandose los zapatos con la indicacion de midoriya de que los dejara en la entrada, no espero encontrarse con la madre de el, pero ella estaba ahí.
— Así que el es tu novio — pregunto la peli-verde incomodando a todoroki por completo, el no se podía quedar quieto, quería salir corriendo de aquella habitación donde se encontraba, en ese momento en el que quería huir, supo que tenía que mentirle, simulando que realmente ellos eran novios.
— Si, yo soy el novio de Izuku — intento decirlo lo mas calmado y sereno que pudo.
— Esta bien, bueno veo que tienes un novio muy guapo, no hijo,.... Además, es muy alto — investigando al menor e incomodandolo mas de lo que ya estaba.
— ¡Mamá! Ya dejarlo en paz — reclamo, haciendo que la peli-verde lo dejara de acosar.
— No te preocupes Deku además, ella no lo hizo con mala intensión — aclaró.
— Esta bien — sonrió.
Los dos chicos se sentaron en el mueble de la sala y Inko sirvió la comida y todos comenzaron a comer, conversaron un momento, pero cuando terminaron inko recibió una llamada del hospital diciendo que tenia que hacer turno por una enfermera que se sintió mal.
Ella le comento a Izuku y luego se fue dejando a los dos chicos solos.
Izuku le agarro la mano a Shoto y lo jalo hacia un cuarto, Shoto se enfoco en la entrada y vio el nombre de Izuku en la entrada y supo que la habitación a la que se dirigían era la de el.
— ya dime ¿qué es lo que quieres? ¿qué te de clases?, me sorprende que tu solicites algo así — concluyo deductivo el bicolor.
Todoroki observo extrañado al de menor estatura cuando de la nada estaba desposeyendo de su torso las prendas cubriéndolo, consiguiendo incomodarle.
— Si te vas a cambiar avisame, puedo retirarme y después volver a entrar — comentó apenado.
— No te vayas, me quedare así — aclaró.
— Oh, entonces, ¿tienes calor verdad? — preguntó, mas como afirmación.
Izuku colocó sus mirada en el bicolor y chasqueo la lengua, para luego acercarse a Shoto y empujarle haciendo que este se acostara boca arriba en su cama, Todoroki reaccionó lo más veloz que pudo cuando vio que Midoriya estaba encima de él.
— ¡¿Qué estas haciendo?! ¡¿Acaso no me pedirás nada?! — exclamo aturdido por la reciente acción.
— Esta es mi petición, quiero tu virginidad — dijo suave, con un semblante que evidenciaba la lucidez, seriedad y convicción en sus palabras, sin vergüenza alguna.
Al escuchar aquello, Todoroki abrió sus ojos tan inmensamente, que hasta le ardieron.
— ¡¿Qué?!