El violín triste

289 19 1
                                    

Querido diario:
Me estoy desanimando.
Temo que cumpliré la profecía de que nunca termino lo que empiezo.
Pero, ¿cómo continuar en algo que sabes que te perjudica en vez de beneficiarte?.
Es que, mis circunstancias son distintas.
No cuento con una buena maestra, ni con una gran escuela. Tengo que aceptar lo que tengo....
Pero ya no puedo más.
He hecho cuatro meses aquí pero, no ha sido la experiencia que esperaba.
Siento que mi sonido empeora, incluso mis perritos lloran al escucharme. Mis papás me mandan al cuarto más lejano por lo mismo.
¡ES QUE NADIE ME DIJO QUE SERÍA TAN DIFÍCIL!
Nadie me dijo que el sonido sería "decente" en unos seis meses más.
Nadie me dijo que estaba eligiendo uno de los instrumentos más tequiosos.
Nadie me dijo que para mejorar el sonido debía cambiar las cuerdas en determinado tiempo, incluso por unas de mejor calidad.
Nadie me ayudaba a afinarlo.
Lloraba por dos horas, buscando en tutoriales de Youtube como cambiar las cuerdas, como sostenerlo, como agarrar correctamente el arco... Todo, absolutamente todo.
Ya me harté.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Y en las sombras más tenebrosas,
se encontraba un alma,
que aún brillante, se desvanecía.
Con la mirada fija hacia la nada,
su mente vagaba sin trayectoria.
Ese silencio que tanto le daba miedo,
Le sacó provecho, buscando y buscando
El como crear aquella melodía
Que en sus sueños había escuchado.
Mirando alrededor,
No encuentra nada que la pueda acoger.
¿Cómo ha llegado aquí?
Y entonces recuerda algo...
Las caricias de unas manos.
Suaves, gentiles y nerviosas.
Unos dedos lastimados,
Por la presión que ejercían sobre su cuerpo.
A ella no le gustaba al principio.
Gritaba, rechinaba y lloraba.
Pero con el tiempo, se acostumbraba.
Empezaba a madurar,
Y a hablar en vez de gritar.
Pero algo sucedió, y ya no podía seguir cantando.
Ya no sentía ese corazón palpitar a su lado.
Y sólo recuerda un último destello de luz
Antes de caer en la triste oscuridad.
Acaso, ¿me han abandonado?.

Diario de una violinistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora