²𝐅𝐎𝐑𝐄𝐒𝐇𝐀𝐃𝐎𝐖

「10」ONLY LOVE CAN HURT LIKE THIS

Golpeé el muñeco de entrenamiento con enojo, mientras veía con resentimiento al par que reía a un par de metros. No lo sabía bien, pero estaba segura de que ellos habían sido los soplones, apuesto a que no contaban con que pudiera entrenar de todas formas. Puede que no me deje participar en los entrenamientos de las clases, pero lo que yo hiciera en mi tiempo libre era cosa mía. Nosotros normalmente usábamos el receso largo para entrenar juntos, ahora debía asegurarme de que esa paciencia no desapareciera, aún cuando mi mente hacía todo lo posible para hacerme creer que se estaban riendo de mí.

Ya está, no puedo con la incertidumbre.

Me acerqué a ellos. Probablemente mi actitud hostil era obvia, porque enseguida me miraron con el ceño fruncido. Me sentía como un gato rodeado de perros, con el pelaje erizado y las garras afuera, listo para defenderse del primer animal que lanzara una mordida. Es como si todos supiéramos lo que pasaba, pero al mismo tiempo no sabíamos nada.

—¿Les gustó? ¿La pasaron bien? — pregunté directamente, aumentando su confusión —. ¿Fue tan gracioso dejarme fuera de los entrenamientos?

—¿De qué estás hablando?

—Aizawa me sacó de los entrenamientos por mi "actitud autodestructiva" Si realmente hubiese querido hacerlo, me habría cortado las venas de nuevo — respondí con brusquedad, viendo como su rostro se contraía ante mi falta de tacto. Suspiré, cerrando los ojos —. Ustedes se lo dijeron.

Ambos se miraron.

Atrapados como ratas.

—Yo le dije — confesó Dai, logrando cambiar el gesto de mi rostro. ¿Ella? Creí que... —. Esto te está afectando demasiado, cuatro ojos, yo sé de eso. Lo hice porque es lo mejor para ti, no quiero que pienses que tienes que pagar por algo que no es tu culpa.

Una risa poco propia de mí se escapó de mis labios.

No puedo creer que ella haya hecho esto. Era mi amiga, la amaba, nos amábamos. Ella más que nadie debería entenderme, ¿Por qué me había hecho esto? ¿Por qué no habló conmigo? Pudo preguntarme, yo le habría dicho lo que estaba sintiendo.

—Teníamos un acuerdo — recordé, mirándolos a ambos. La molestia era evidente —. ¿Qué les hace pensar que necesitaba que se involucraran? ¿Y si yo de pronto creo oportuno decirle a Kaminari que babeas por él? ¿O decirle a Tamaki que estás teniendo pesadillas y cada vez duermes menos?

—Estás mezclando las cosas, Briolle, eso no tiene nada que ver con lo que estás haciendo— dijo Dai rápidamente con el ceño fruncido, apuesto que le dolió que metiera lo de las pesadillas —. Las autolesiones no son solo cortadas de brazos, cuatro ojos, ya pasé por esto, quería vengarme y me equivoqué muchas veces. De no ser por...

Oh que la canción...

—Tamaki, Tamaki, Tamaki — terminé por ella, con el tono cargado de burla —. Tal vez tú necesitaste que te salvaran, pero yo no.

—Solo queríamos ayudarte, Nini — dijo Tanaka, jugando con los dedos —. No queremos que te lastimes.

—No necesito su preocupación — respondí de inmediato —. Si quisiera su ayuda, les diría, pero no. Esto es entre mi hermano y yo.

— Esto es entre Cry Baby y nosotros, no te confundas — me recordó Dai rápidamente. Cierto, Cry Baby—. Puedes hacer lo que quieras, pero si sigues interfiriendo, voy a detenerte. Tenemos una misión, y no fracasaremos por tu culpa.

Listo, había cruzado mi límite.

El enojo me impulsó y antes de darme cuenta, mi puño había impactado contra la mejilla de Sasaki, lanzándola al piso. Ella me miró sorprendida, al mismo tiempo que Arata me gritaba, pero no pude hacer nada más porque Dai se defendió. Su pierna voló a mi muslo, pateándome y golpeándome contra el asfalto también. La voz de Arata nos pedía que nos detuviéramos, pero ninguna quiso parar.