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K O R E

-Yo ya lo sabía -celebró Lyna con primacía, adorando como constantemente el hecho de tener más información que cualquiera- Me lo dijo Jared, él es que el que llevará el divorcio.

-Veo que todo va viento en popa con él.

Le dije, sosteniendo el teléfono en mi oreja. Cuando había llegado el dia anterior, ni siquiera había reparado en el pequeño balcón porque las vistas habían consumido toda mi atención. Así que estaba ahí, disfrutando de un cigarro y de las hermosas vistas de Hampshire.

-Lo cierto es que sí, es un buen hombre, no he podido no perdonarle -respiró cual enamorada en plena primavera- Creo que está intentando pedirme que viva con él. ¿Te imaginas? ¿Vivir en esa casa tan grande?

Me reí- No es para tanto Lyna.

-Claro, tú lo dices porque has vivido en una antes -protestó- Pero yo siempre he estado en pisos pequeños y con mínimo tres personas de compañeros. Hasta que me mudé contigo claro.

-Bueno, pues disfruta de tu cuento de hadas amiga -sonreí solo de imaginarla feliz- Te lo mereces.

-¿Y tu cuento? ¿Cómo va?

Me giré, echándole una mirada rápida a Misha que aún dormía entre las sábanas blancas de la cama. La noche había sido muy larga para mí, tuve que dormir en una esquina, procurando no moverme solo para no tener un contacto físico con él.

Él, en cambio, no paró de moverse en su propia esquina, como si tampoco fuera capaz de dormir a mi lado. Quise levantarme mil veces y me aguanté hasta que me quedé dormida. Por la mañana, cuando el sol me dio directamente en el rostro me encontré abrazada a su pecho y me levanté con cuidado para que no se despertara.

Se veía guapo incluso durmiendo, con la respiración relajada. - ¿Kore? ¿Estás ahí?

-Sí -respondí, volviendo a la realidad- Mi cuento... -me reí cansada- Lyna, no tengo ni idea de qué hacer.

-Bueno, él ha dado un paso importante ¿No? Creo que deberías tenerlo en cuenta -dijo, decidida- Tu mereces tener por fin a alguien que te quiera bien. No quiero que sigas luchando sola contra todo. Y estoy segura que Misha realmente siente cosas fuertes por ti.

Me apoyé en la barandilla del balcón, pasé el dorso de mi mano por mi cara le di luego una última calada al cigarro.

-Puede que tengas razón.

-¿Puede? No. Tengo razón -afirmó- Dale otra oportunidad. No te hagas más de rogar.

Volví a mirarle y todo pareció esclarecerse de inmediato- Adiós Lyna, te llamo luego.

-Pero...Kore...

No la dejé terminar. Colgué la llamada y me adentré en la habitación nuevamente. Dejé el teléfono encima de la mesita y me subí a la enorme cama de nuevo. Misha dormía enredado en las sábanas boca arriba, dejándome una vista perfecta de su rostro.

Me acerqué, pasé mi mano por su mejilla y la acaricié con cuidado, él apenas pareció notarlo, pero se movió un poco girando la cara por completo hacia mí. Sonreí inevitablemente y me incliné hacia delante, poniendo mis labios sobre los suyos.

Lo sentí despertar, y cuando me alejé sus ojos azules como el cielo me miraron asombrado, y unos segundos después sonrió- Vaya, creo que aún estoy soñando ¿Me has besado?

Me mordí el labio inferior y asentí- Parece ser que sí. Y no, no estás soñando.

-Kore, no entiendo que pasa.

One More Light | Misha CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora