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K O R E

—¿Me explicas que pasó? —comentó Colson, con su voz más gruesa de lo normal, conocía esa situación, estaba muy cabreado— ¿Qué te hizo?

—No me hizo nada, Kelly —me apoyé en el asiento e instintivamente llevé mi mano a las costillas adoloridas— Por favor, no quiero hablar de él.

Colson gruñó y apretó el volante, clavando sus ojos azules en la calle— Adam no está aquí para protegerte, para hacerte respetar, pero yo sí. Pienso hacerlo por él.

Me reí un poco, con amargura, porque realmente me parecía tierno— ¿Quien dijo que necesito que me protejan? —él no me miró, así que opté por acariciar el pelo rubio de su nuca y sentí como de inmediato empezó a relajarse— Gracias por estar siempre ahí.

Me miró, y sentí que en él podía confiar, que él era una de las pocas personas que perdería una mano por mi si hiciera falta. Estuve acariciándolo hasta llegar a la casa. Colson me ayudó a bajarme con mucho cuidado, y unos pasos antes de llegar a la puerta del edificio me detuvo, colocándose delante.

—Kore, tengo que decirte algo —se mordió el labio inferior y me quedé algo descolocada— Lupo y Lyna están ahí arriba...

—¿Que? —abrí mis ojos a tope— Por Dios, tenemos que subir ya o se matarán ahí mismo.

Efectivamente, apenas salíamos del ascensor se podían escuchar los alaridos de ambos. Colson y yo corrimos hasta la puerta, aguantándome el dolor de mis golpes. Cuando abrimos nos encontramos con todo un cuadro.

¡Pazzo! ¡Nessuno può prenderti perché sei pazzo! (¡Loca! ¡Nadie te aguanta porque eres una loca!) —Lupo le gritó a Lyna, esta hizo un gesto profundo de enfado a pesar de que seguramente no tenía ni idea de lo que Lupo le había dicho.

—¡Que no me insultes en italiano! —le gritó ella de vuelta— ¡Ni te creas que solo porque no te entiendo no sé qué me estás ofendiendo! ¡Imbécil!

En el sofá, mirándolos como si fuesen una película estaban Ryan y mi hermana Diana. Entré por fin y cerré la puerta a mi espalda con fuerza llamando la atención de todos.

—¿Podéis parar ya? Mis vecinos llamaran a la policía.

—¡Kore!

¡Principessa! (Princesa)

Los dos corrieron a mi lado casi de inmediato. Lyna me abrazó la primera, solo para que Lupo la apartara y me tomara de las mejillas.

—¡Calmaos de una puta vez! —alcé la voz cuando estuvieron a punto de volver a empezar con la discusión— Sois peores que Ryan y yo.

—Aunque me joda —dijo Ryan— Le tengo que dar la razón.

Negué con la cabeza— Se supone que estáis aquí porque sois mis amigos, estáis preocupados, no para pelear como monos.

Lyna agachó la mirada y Lupo se pasó la mano por el rostro. Fue ella la primera en hablar— Es verdad, lo siento tía.

—Se nos fue de las manos —dijo Lupo con un remarcado acento italiano— Scusa principessa (Perdona princesa)

—¿Por qué no os sentáis? Os voy a preparar algo para picar —intervino mi hermana dándome una mirada dulce, estaba seguro de que ella podía ver mi malestar más allá de toda la discusión— Sentaos, tenéis mucho de qué hablar.

Y así era. Nos pasamos largas horas hablando, dándoles detalle de lo sucedido con Lion y dejando de lado todo lo sucedido con Misha que me moría por contarle a Lyna. Una vez aclarado todo, y después de que tanto Lyna como Lupo amenazaran infinitas veces a Lion cada uno se fue a dormir. Lupo se marchó con Diana dispuesto a dejarla en casa de los tíos y con la promesa de vernos al día siguiente para resolver los problemas sucedidos.

One More Light | Misha CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora