In another life ||Kim TaeHyung||

Capítulo 18

TaeHyung tenía algunos meses de haber cumplido dieciséis cuando Madame Marie debió darle aquella triste platica.

-tu padre se fue de inmigrante a otro país -ella siempre era tan directa, y aquel momento no fue la excepción-

-algo así imaginaba -el joven respondió con honestidad-

Para mi TaeHyung era demasiado atractivo, había crecido mucho, sus facciones cambiaron un poco, sus ojos y cabello color café, él simplemente me parecía perfecto, aunque tuviera once años.

-¿no su papá era de la liga de la justicia? -preguntó Caleb en un susurro-

A lo que Chole y yo le echamos una mirada amenazante, y volvimos a ver por el barandal de las escaleras hacia los muebles donde se encontraban conversando.

La relación con mis primos mejoró con los años, nuestra diferencia de edad era mínima, nos interesaban las mismas cosas, TaeHyung se apartó un poco, pero aun así le queríamos mucho.

Madame Marie nos seguía cuidando, en ese momento nos había mandando a mi cuarto para jugar, pero nos llenó de intriga saber qué hablaría con Tae, por lo que decidimos espiar desde el segundo piso.

-¿recuerdas algo de él? -Madame Marie intentaba empatizar-

-muy poco -noté como TaeHyung pasó su mano derecha por sus mejillas, estaba llorando- el día que me dejó yo le di una carta, ¿era dinero? -se mostró ofendido-

-¡no! ¡para nada! -la abuela se levantó del sofá, por lo que entramos en pánico, intentamos arrastrarnos por el piso hasta llegar a mi habitación-

-esperen... -Chloe nos hizo detenernos-

Escuchamos como Madame Marie abrió la puerta del estudio, que se encontraba abajo, por lo que nos aliviamos y nos quedamos para seguir observando.

-puedes leerla -la abuela le entregó una carta a TaeHyung-

Sus manos temblaban mientras abría el viejo sobre, aun así sacó la carta y comenzó a leer.

-¿cómo pudo dejarlo su padre? -preguntó Chloe en un susurro-

-es horrible -le respondí- ¿hay algo que podamos hacer? -de verdad me preocupaba mucho por Tae-

-_____, no podemos traer a su papá de vuelta, no hay manera de ayudarlo -Caleb tenía razón, no quedaba más que seguir observando de lejos-

TaeHyung hizo una mueca en cuanto terminó de leer la carta, sus lagrimas no volvieron a salir, solo se mostraba demasiado serio.

-ni siquiera dejo su nombre, que decepción

-nosotros somos tu familia -Madame Marie se puso sensible- aunque no podemos reemplazar a tus padres, por eso te he acostumbrado a que todos somos tus amigos

-gracias por eso -TaeHyung intentó sacar una media sonrisa, que terminó en una mueca-

De repente se escuchó el timbre, indicando que alguien había llegado, Madame Marie se levantó del mueble y pudo ver a su hija afuera de la casa, y más lejos en el auto su esposo.

-¡Chloe! ¡Caleb! -le gritó a mis primos-

-nos vemos mañana -Chloe se acercó para abrazarme y despedirse, por el contrario su hermano simplemente se levantó y bajó corriendo las escaleras-

Hice lo mismo, al estar en la sala noté como TaeHyung simplemente miraba a un punto muerto de la habitación, perdido en sus pensamientos.

-¿qué quieren cenar? -preguntó mi abuela mientras cerraba la puerta-

-lo que gusten... -susurró Tae-

-no tengo hambre -respondí-

-ya veré que preparo -Madame Marie decidió dejarnos solos y se dirigió hacia la cocina-

Me senté alado de TaeHyung, realmente no sabía qué decir o hacer, yo me sentía muy nerviosa, pero él parecía estar procesando todo lo que sucedía, de un momento a otro, noté como comenzó a apretar la carta que sostenía en sus manos.

-Tae... -me atreví a hablar- ¿estás bien?

El chico apretó más la carta, hasta hacerla en forma de esfera, la tiró con fuerza al suelo, y se acercó a mi, recargó su cabeza sobre mi hombro y comenzó a llorar.

No pude hablar, simplemente decidí estirarme y abrazarlo, a lo que él respondió de la misma forma.

Jamás le había visto llorar, ni siquiera cuando se lastimaba jugando, parecía tan fuerte, pero había llegado a su límite, se había quebrado.

-¿hice algo mal? -preguntó- ¿merezco que me abandonaran?

-no Tae, no pienses eso... -me interrumpió-

-mi padre escribió ahí que volvería -su respiración se aceleró más- tengo trece años sin verlo -hizo más fuerza en sus brazos y me apretó, parecía como si tratara de aferrarse a mi-

-nosotros somos tu familia, nunca te hemos dejado solo -intenté animarlo-

-¿tu no me dejarás? -su voz poco a poco disminuía, me rompió el corazón verle tan débil, todos estos años parecía como si él me cuidara-

-no te dejaré, lo prometo

Y después nos quedamos en silencio, consolaba a TaeHyung con mi presencia, quizá solo eso necesitaba, alguien que le acompañara en el triste momento.

En aquel momento aun no me preguntaba acerca del amor, para mi su significado era mi familia y él formaba parte, aunque fuimos educados con que era un amigo íntimo, nada más.

Era extraño pues al sentir su tacto me hacía sentir un leve cosquilleo, y me gustaba tenerle cerca, su presencia era demasiado agradable.

Pero también sentía su dolor, quizá por el hecho de que estaba llorando en mi hombro, o porque me conmovió todo lo que había escuchado, pero también me dolía, me ponía en la situación.

-ya está la cena -nos interrumpió mi abuela-

TaeHyung se separó lentamente, mientras limpiaba su rostro con sus manos, trataba de normalizar su respiración, y nosotras solo le observábamos.

-por favor, no volvamos a hablar de esto jamás -nos pidió-

-antes, ¿hay algo más que quieras saber? -noté que mi abuela aún tenía cosas que decir-

-no -susurró Tae- solo quiero concentrarme en mi y triunfar en la vida

-eso está bien -intenté dar ánimos-

-lo último que tengo que decir... -TaeHyung guardó silencio unos segundos, y antes de continuar bajó la mirada- lo único que sé de mi madre es que un día simplemente no despertó... -y su llanto volvió, haciéndolo callar de nuevo-

-traté de encontrar algo sobre ella -mi abuela explicó- parece irreal pero es como si se hubiera esfumado, no hay nada

-gracias por su esfuerzo, Madame -volvió a su compostura, soltó un gran suspiro y se obligó a si mismo a continuar- no quiero que alguien más sufra lo mismo que yo, así que seguiré el ejemplo de sus hijos

Me quedé sorprendida por sus palabras, estaba tomando todo su dolor y lo transformó en una razón para continuar.

-¿serás médico? -mi abuela preguntó, a pesar de que la respuesta era obvia-

-sí, por mi madre -no volvió a caer en el llanto, simplemente se levantó del mueble y comenzó a caminar a la cocina- ______, ¿no nos acompañas a cenar?

Él y mi abuela me dieron la espalda, yo aproveché para sacar todas las lagrimas que me obligué a contener, me sentía triste por TaeHyung, pero al mismo tiempo mis lagrimas eran por orgullo hacia su persona, era alguien especial en todo sentido, ¿cómo es que pudo sobrellevar tan bien la situación?.

Desde ese día aprendí que la vida siempre te dará golpes, pero es cuestión de perspectiva, y yo quería ser como Tae, no dejaría que nada ni nadie me hiciera flaquear y caer, debía seguir.

Él es mi gran inspiración, en mi primer vida como mi ídolo y ahora como mi amigo.