In another life ||Kim TaeHyung||

Capítulo 6

-quiero ser restauradora de arte -le dije a mis padres-

Los tres nos encontrábamos sentados en los muebles de la casa, se notaba la cara de cansancio en ambos, recién salian de trabajar.

A mi lado estaba mi cuadro de la Noche estrellada de Van Gogh, como una demostración de que era buena en mi trabajo.

-_____, está bien lo que decidas estudiar -mi padre habló- solo no debiste mentirnos

-¿qué pensabas? -mi madre se preocupó-

-en que sería una decepción -confesé- ustedes querían que fuera enfermera

-pero aquí solo importa lo que tu quieras, es tu futuro -mi padre demostró su apoyo- no importa en que trabajes, siempre estaremos orgullosos de ti

Esas palabras me hicieron sonreír, ya había un peso menos en mi vida.

-¿esa es la obra que presentarás? -mi madre señaló el cuadro que se encontraba a mi lado-

-no, estoy haciendo La Mona Lisa, está en la tienda

-¿y no necesitas algo?, ¿dinero para el lienzo o tus pinturas?

-ya lo he pagado -después de eso pensé unos segundos- BTS vendrá en concierto, y en dos semanas es la venta de boletos

-¿has ahorrado? -mi madre preguntó-

-no, todo lo gasté en su último disco y lo necesario para mi obra -me preocupaba un poco- son cien euros

-_____, no podemos darte eso, ¿por qué no vendes tus cuadros? -mi padre propuso-

-es una replica exacta -mamá apoyó la idea-

-¿creen que algún coleccionista esté interesado? -dudé de mi trabajo-

-claro que sí -papá me regaló una sonrisa-

-deberías ir con Madame Rose y Monsieur Albert

Miré el reloj que se encontraba sobre la pared, ya pasaba de media noche, iría mañana.

-gracias por apoyarme tanto -me acerqué a ellos y los abracé-

-solo queremos que seas feliz -dijo mi padre y después depositó un beso sobre mi mejilla-

-y no descuides tus estudios por favor -mi madre bromeó-

-sabes que no lo haré -pero yo lo tomé con seriedad-

-bien, vamos a dormir, todos tenemos un largo día mañana

Era la primer noche que dormía en paz, y feliz, me sentía bien conmigo misma, también con las personas a mi alrededor.

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A la mañana siguiente llegué a la tienda, no había personas en la calle, normal en un domingo, quizá era mejor, podía caminar con calma mientras cargaba mis cuadros con la obra de Van Gogh y Claude Monet.

En cuanto llegué observé a Madame Rose barriendo la tienda, y Monsieur Albert contaba el dinero de la caja registradora.

-buenos días -saludé-

-buenos días -respondieron ambos-

-¿por qué traes tus cuadros? -Albert se mostró curioso-

-quería hablarles sobre eso, ¿podrían venderlos?

-_____, no te quiero desanimar, pero sabes que hace tiempo nadie viene por réplicas de arte -Madame Rose fue sincera-

-desde que empezamos con la música nadie nos reconoce por las pinturas -su esposo también habló- pero, podemos intentarlo -aún así se mantuvo positivo-