Lo siento por la demora <(。_。)>
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Naruto
...
...
-(¿Eh?...)-
...
...
-(¿Dónde estoy?.... tengo el cuerpo totalmente adormecido)-
...
...
Una pálida luz se filtró por sus párpados cerrados y oyó unos chirridos distantes. Lentamente, como haciendo el esfuerzo de levantar pesas de mil kilos, abrió los ojos. Al principio creyó que estaba mirando el cielo. Después, a medida que su mente cruzaba el umbral de la inconsciencia, se dio cuenta de que realmente estaba mirando el cielo, un cielo azul semicubierto por nubes grises y negras.
Estaba tirado en el suelo.
-¿Qué?-
Naruto se incorporó lentamente y miró a su alrededor. Se encontraba parado en medio de un campo de trigo que ondeaba como el mar, agitado por una fuerte brisa. También había unos pocos árboles y, frente a él, no muy distante, se alzaba una amplia colina, en cuya cima se hallaba un viejo molino de viento cuyas aspas crujían como huesos viejos que se podía oír desde muy lejos.
Ese era el ruido que le había despertado.
El rubio parpadeó, confundido. No conocía este lugar, pero por alguna extraña razón le parecía muy familiar, como si ya hubiera estado aquí antes. -¿D-dónde estoy?- Tragó saliva y empezó a caminar lentamente hacia el molino, observando a su alrededor. En eso encontró un tranquilo charco bajo sus pies y se miró en él como en un espejo. Del reflejo del agua cristalina lo miraba una cara de un niño.
Era él..... cuando tenía diez años.
-¿S-soy yo?- Se tocó la cara y resbaló los dedos por los labios, como para percatarse de que era su propia imagen. -Si..soy yo- Cerró los ojos y se cubrió el rostro con las manos -(¿Q-qué está pasando?)-
El cielo se cubrió por completo de nubes, y empezó a soplar un viento helado y violento que le revolvió el cabello rubio.
La angustia comenzó a invadirlo, sentimiento que no sentía desde que era niño. Se abrazó a sí mismo, mirando de nuevo a su alrededor con inquietud. Era como si el miedo le subiera por la espina dorsal. Le daba miedo estar solo, sin una lógica que justificase su presencia en aquel despoblado lugar. Pero lo peor de todo era la soledad que le rodeaba. Nunca una soledad se había manifestado tan honda y vacía como ahora. Nunca una soledad había sido tan soledad ni tan angustiosa.
-No...- Un sudor frío le recorrió la espalda -A-ayúdame.... Hinata- Apenas pronunció ese nombre en su rostro apareció una expresión de confusión, él no conocía a nadie que se llamara así. -Creo.... que voy a volverme loco-
En ese instante, escuchó pasos a su espalda. Se volvió, encontrándose con una copia de si mismo, solo que adolescente, y con ojos completamente opuestos al suyo: Rojos, y negros, llenos de emociones negativas.
Naruto dio unos pasos atrás, alejándose de su versión adolescente -¿Q-quién eres tú?-
El ojirojo frunció ligeramente el ceño -Qué vergüenza. Mira a qué te has reducido, a un mocoso- Tenía una ceja partida y el labio superior desaparecía bajo una costra de sangre. El pómulo izquierdo había recibido un buen corte y por si fuera poco, tenía la ropa destrozada y estaba descalzo -Veo que no recuerdas nada, bueno, es normal, supongo que nadie querría recordar una situación dolorosa....... como la nuestra- Dio un paso hacie Naruto, haciéndolo retroceder más.