AVISO IMPORTANTE, LEER: En estos últimos dos meses he visto que la gente ha tumbado varios fic porque no les ha gustado el rumbo que tomaron. Lo cual, aparte de parecerme malditamente injusto, me ha hecho preocupar un poco. En esta historia va a suceder algo que no le gustará al 90 por ciento de los lectores(tranquilos, no será nada de ntr, traición, abandono, o el regreso de Hinata, ella está muerta) Cuando llegue ese fatídico momento espero que no me funen :(
Dicho esto, les dejo con el fic.
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Capítulo 9
-(Me pregunto por qué Naruto-kun no ha venido hoy al tercer campo de entrenamiento... Él nunca se salta los sparring, no es ese tipo de persona)-
Una niña de 12 años abrió la verja de un pequeña edificación en mal estado y subió las escaleras de metal que crujían a cada paso.
-(Espero que no le haya pasado algo)-
Subió hasta el rellano del último piso, encontrándose frente a la puerta del apartamento de Naruto. Estaba entornada. La empujó con cuidado y, sorprendida, vio que el apartamento estaba completamente a oscuras. Buscó el interruptor, pero una voz la detuvo.
-Es inútil, un idiota ha cortado los cables de luz- Era Naruto, con un timbre de voz apagado, apenas audible.
La chica cerró cuidadosamente la puerta y se encontró en la oscuridad más absoluta. Activó su Byakugan por un momento, y vio al rubio sentado en la mesa, con el rostro desanimado, abatido.
-Naruto-kun, ¿estás bien? ¿Te ha pasado algo?-
-Normalmente..... yo...- Hizo una pausa, tratando de encontrar las palabras correctas -Aguanto bien el comportamiento hostil de la gente y sus miradas llenas de odio hacia mí. Me basta poner una sonrisa falsa.... para seguir adelante...- Soltó una risa amarga -Pero hoy.... me ha afectado más de lo normal.. No tengo voluntad ni deseos de hacer nada... solo tengo ganas de encerrarme en mi cuarto y dejar que pase la vida-
Ella empezó a acercarse a él -Naruto..-
El susodicho se reclinó en su asiento e inconscientemente se llevó la mano al corazón -La verdad.... nunca he hablado de esto.... pero, tengo miedo de morir solo- Ladeó la cabeza hacia ella y le dio una sonrisa triste -Siento que me veas en este estado de ánimo, Hinata-chan-
-No... tranquilo- Hinata lo abrazó, acunándole la cabeza contra el pecho, y le acarició el pelo puntiagudo -Cuando intento pensarlo, no puedo imaginar lo difícil que debe ser para ti.... cada día es un esfuerzo....-
Naruto cerró los ojos, relajándose bajo la caricia de los dedos de Hinata.
-Pero debes saber que no estás solo- Ella le agarró la cara, poniendo sus manos en sus mejillas y la levantó para que la mirara a la cara. Le dio una sonrisa que vino directamente de su corazón -Si sientes que tus pensamientos te abruman... y ya no puedes soportarlo más, llámame, sabes que siempre estaré para ti-
El rubio se conmovió un poco y sus ojos azules se cristalizaron por un momento. Se apartó de ella y se sobó el rostro -No me gusta mostrarme vulnerable ante ti-
-Entonces, muéstrame una sonrisa.... y no estés triste- Hinata volvió a acunarle la cabeza contra su pecho -No hagas caso a lo que diga la gente. Ignóralos. Tu no eres ningún demonio o algo por el estile. Eres Naruto Uzumaki; un chico travieso, sí, pero con un alma pura y brillante..... como un hermoso arcoíris- El rubio alzó la mirada para observarla. Hinata estaba sonriéndole serenamente con un leve rubor tiñéndole las mejillas -P-por eso...-