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El recuadro tétrico, era muy inusual, me acerco y paso mis manos por el, era un cementerio iluminado por la luz de la luna, Vick estaba a un lado con dos cuencas en vez de ojos, ahora tenía un cuchillo en la mano y apuntaba a una tumba con el.

La pintura aún estaba húmeda, pero lo que me llamó más la atención de ésta era su olor, era muy fuerte, estaba penetrado en toda la habitación, me acerco a la mesita donde tenía las latas de pintura y todas eran de color rojo, casi morado, y de ése mismo color era todo el cuadro frente a mí. Tomé uno de ellos para detallarlo bien y lo solté de inmediato al ver que tenía dentro de él un pedazo de algo que parecía un hueso con algún tipo de carne... Era sangre, Él volvió a atacar justo cuando estaba inconsciente.

No solo me agredió, sino que aprovechó el momento para matar. Esa cosa no era normal, vivía en las sombras, supongo que por su rareza, pero por alguna razón se metía en mi mente para cumplir sus objetivos; ¿Por qué yo? ¿Qué tenía de diferente? Luego de todo, limpié, abrí un hoyo en el patio de la iglesia y boté la sangre de los Potes de pintura.

Oli preguntó por el cuadro esa misma tarde -Quedó más horrible de lo que esperaba- dije, ella rió y dejó de insistir, sabía que a pesar de todo no se me hacía fácil expresarme.

Los días siguientes los pasaba con Thyson, nos hicimos muy amigos, tanto que me contaba sus problemas y alegrías, pero yo seguía siendo un misterio para él. -¿Crees que pueda llegar a pintar como tú?- me preguntó un día mientras le enseñaba a hacer líneas derechas. -No lo sé, todo depende de ti- con él era agradable, más que con los niños, teníamos una bonita amistad, él era bueno conmigo.

-¿Qué sabes de tus padres?- indagó, yo me encogí de hombros
-Los míos se divorciaron, mi madre agredía a mi padre con armas blancas, yo crecí viendo eso- recuerdo su mirada apagada y hombros caídos, no fue lástima lo que sentí por él sino comprensión. Ojalá no se entere de lo que hice jamás -Lo superé, porque no puedo pasar todos los días pensando en el pasado- dijo.

Lo miré fijamente mientras terminaba su trabajo y le dije: -Tu pasado no define quién eres ahora. Puede que tus padres hayan tenido una mala relación, pero eres una persona genial y mereces alguien igual o mejor- él sonrió y volteó a verme, luego de unos minutos volteó el lienzo ahora lleno de líneas, pero con un lindo escrito en rojo:

"Me gustas, Lilieth."

Retrato en Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora