usuario ⁚⁚⁚⁚ ━━ Porque hay cosas que en la vida suceden por casualidad. Tal vez Makoto nunca pensó, que conocerlo iba a ser una de las mejores casualidades de su aburrida vida.
- ¿Quién eres?
- S-soy O-okkotsu Yūta.
- No, mi pregunta...
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— Solo ve, no reclames mucho.
La vena en su frente resaltó evidentemente mientras fruncía su ceño.
— ¿Por qué tengo que ir yo sola a exterminar a una maldición de grado dos? Toge-san es uno de los hechiceros de grado dos que están libres de misiones este día, ¿No puede ir él?— se quejó, esas maldiciones eran demasiado débiles para ella, y no soportaba que Gojō la enviase con la excusa barata de protegerla.— Yo no quiero.
Estupideces, ella es un hechicero grado especial.
— Te dije que no, Makoto-chan. Inumaki-kun acaba de regresar de una misión, no podemos sobrecargarlo así.— dijo con tono lastimero.
La muchacha lo miró acusadoramente, soltando un suspiro pesado.
— Yo también acabo de regresar de una misión.— repuso.
— Pero tú eres una hechicero de grado especial, puedes con ello.
— Eres una basura, maldito embustero.— Isaya dio a relucir sus pensamientos.
— Sí, sí~ Ve, ve~— le dio leves empujones, sacándola del salón.
Maki, Panda y el dichoso hechicero de grado dos los miraron en silencio, la manera en la que ambos se comportaban era bastante... peculiar.
(. . .)
— Vayamos directo al punto.— dijo el anciano con tono serio.
El peliblanco sonrió con diversión, realmente disfrutaba ver esa expresión de aflicción en el rostro de esos desgraciados.
— Usted es quien se va por las ramas, Gakuganji-san.— se mofó mirándolo de reojo mientras daba vueltas al lapicero en sus manos.
No quería estar allí.
— Primero, debo recordarte el por qué estás aquí.— carraspeó poniendo sus manos sobre el bastón.— Supongo que estás al tanto de la situación de Okkotsu Yūta.
— ¿Cómo no estarlo? Es un dolor en el trasero.— se quejó, una carcajada se escapó de su boca, riéndose de su propio comentario.
Lastimosamente el comentario no le dio risa al anciano, en lo absoluto.
