.°| Tres |°.

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¿Cuantas veces tendría que verlo morir?

Estaba harto, estaba cansado, creía que si salvaba a Nico ya no estaría sólo pero verlo irse tantas veces le estaba causando mucho dolor. Había tenido que perder varias oportunidades de salvarlo para permitirse a sí mismo aunque fuera un poco de tiempo de descanso y comida.

Comenzaba a sentirse atrapado en un ciclo sin fin, el tiempo lo estaba absorbiendo. Había perdido la cuenta de cuantas veces llevaba intentando salvar a Nico después de pasar la décimo séptima. No tenía un día normal desde hacía una eternidad y la frustración de no poder lograr nada se lo estaba comiendo vivo.

"Si pudieras volver en el tiempo ¿Crees que podrías salvarlo?"

¿Podría? Will comenzaba a dudar. Estaba fracasando. Fracasaba horriblemente.

Esa mañana despertó, todo era lo mismo, el mismo sueño, la misma hora, las mismas inseguridades. Antes de levantarse revisó su teléfono, había descubierto que los objetos que viajaban en el tiempo con el no cambiaban, en su teléfono había anotado todo lo que creía conveniente saber y tener en cuenta.

Hasta el momento llevaba muy poca información, no sabia nada de la vida de Nico más allá de la escuela a la que asistía. Y sus sueños tampoco eran muy reveladores, no le ayudaban en nada.

Will había aprendido que debía ser mas listo que el destino, si hacia algo diferente todo cambiaba, se aplicaba el efecto mariposa y las cosas pasaban totalmente diferentes a como habían sucedido la primera vez.

Tenía que ser más listo ¿pero como ser mas listo que el propio destino? ¿Cómo ser mas listo que el universo?

El era un simple mortal no sabia nada.

Cuando se levantó hizo lo mismo que había estado haciendo los últimos días, pidió un taxi al puente esperando a Nico, pero siempre llegaba o muy tarde o muy temprano todo era tan confuso que Will no entendía nada.

Lo único que el destino parecía siempre constante era en dejar verlo morir. Lo había visto caer, vez tras vez sin que pudiera hacer nada. Sólo un transeúnte más, sólo un observador, un testigo.

En días como esos que terminaba tan rápido no le quedaba más que irse a su casa y planear el día siguiente, intentar e intentar.

Estaba sólo, sus padres solían viajar constantemente por su trabajo y Will no tenia hermanos, no tenia a nadie de hecho. Su única esperanza era su alma gemela, que por ahora tampoco estaba ahí. Extrañaba a sus padres, no es que les tuviera mucho cariño y no eran cercanos pero no los podía odiar, se había acostumbrado a ellos y les guardaba un cariño, sabía que no era un cariño muy sano pero era lo que tenia.

La casa vacía era de doble filo, el silencio lo ayudaba a pensar, pero a veces se quedaba atrapado en su cabeza.

Estaba en suelo de la cocina cuando observó una naranja.

Se puso de pie y el olor le trajo recuerdos de la frutería frente a la escuela de Nico, junto a ella también había una florería. Eso despertó en Will una idea, no perdía nada con intentarla. 

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Este capítulo es corto porque quería profundizar un poquito en la soledad de Will :(

El próximo capítulo vamos con Nico así que esperenlo ^^

~Lovegood ♤

Déjame Salvarte || SolangeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora