Diecisiete

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Wei Ying la tenía abrazada por los hombros, sintiendo su tristeza como propia, su corazón estaba desmoronándose de a poco.

No había pasado demasiado desde que Jin Ling había tocado su puerta, pidiendo hablar con ellos, con la cabeza gacha y los ojos oscuros. Ni Lan WangJi ni Wei WuXian debían pensarlo demasiado para darse cuenta que algo no estaba bien. 

Preguntaron pero lo único que dijo Jin Ling fue un burdo: "lamento la interrupción, iré a casa".

Mentiroso, no había regresado porque, si fuera el caso, sus padres no estarían de ese modo. Sufriendo, uno perdiendo el control a través del teléfono, gritando a los oficiales del otro lado de la línea y ella destrozada, llorando de impotencia. 

WangJi estaba parado al otro lado, mirando por la ventana y hablando con su hermano, pidiendo un favor. Uno de contactarse con Nie MingJue para poder hacer una búsqueda rápida y efectiva, una que bien sabía, el jefe del departamento policial, haría sin problemas. 

Pero varias cosas no dejaban de correr en la cabeza de Wei Ying, hacía unos meses Jin Ling había acudido a él con un berrinche, quejándose de que supuestamente le devolvería algo, algo que nunca le dio. Hasta la fecha no sabía lo que le devolvería y tenía una vaga sensación de que estaba enlazado a lo que sea que estuviera sucediendo en ese momento. 

¿Qué cambios había visto en Jin Ling? ¿Algo diferente? Tal vez solo la pulsera en su tobillo, la que conocía a la perfección de pies a cabeza porque era idéntica a la que WangJi utilizaba en su muñeca. Pero imposible, eso no era un cambio significativo.




AlexG.

Peonías Con Olor A Tristeza [MDZS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora