El sonido de la puerta siendo abierta, me hizo saber que ya estabas en casa. Con una sonrisa salgo de la cocina y te abrazo dándote la bienvenida a nuestro hogar.
Pero sin ningún cuidado me alejas de ti, mirándome con molestia cuándo pasas a mi lado.
-Co-como te fue amor? - dije un poco de nerviosa mientras colocaba tu abrigo en el perchero y tu folder en la mesa que está al lado de la puerta
-...- pero no recibí alguna respuesta, en cambio solo subiste las escaleras y entraste a tu estudio
Tres meses... tres meses son lo que llevas tratándome de esa forma tan fría... en realidad no sé qué fue lo que pasó entre nosotros, seis meses de matrimonio en los cuales solo tres fueron llenos de amor y felicidad, pero con el paso de los días empezaste a cambiar sin ninguna razón, ya no me saludabas al llegar, no te despedías en la mañana, ya no dormíamos juntos, hasta había días que ni llegabas a dormir aquí y cuando llegabas tenías otro aroma y otra ropa. Tal vez estoy imaginando cosas y en realidad prefieres terminar tu trabajo y te quedas a dormir allá, si eso era.
- Amor la cena ya está lista - dije dando unos golpes a la puerta de tu estudio
- No tengo hambre - fue lo que respondiste
- Hice tu comida favorita amor, hasta prepare un pas... - pero dejo de hablar cuando abres la puerta y me miras con enojo
- ¡QUE PARTE DE NO TENGO HAMBRE NO ENTIENDES! - dices completamente enojado dándome un empujón - ¡NO TE QUIERO VER LARGATE DE AQUI! - me empujas tan fuerte que pierdo el equilibrio y caigo de espalda al piso
Solo te das la vuelta y cierras con fuerza la puerta haciendo que de un salto del susto. Me levanto con dificultad y bajo a las escaleras para guardar la comida en el refrigerador y guardar la loza.
Al entrar a mi cuarto me recuesto en la puerta y sin poder aguantar más dejo que mis lágrimas recorren de nuevo mis mejillas, me deslizo en la puerta hasta quedar sentada en el piso, llevo mis piernas a mi pecho y cubro mi cara con mis brazos, para tratar de ocultar mis sollozos.
Miro la luna que se lograba ver al otro lado de mi ventana.
-¿Qué le pasó a nuestro amor? - digo entre lágrimas hasta quedar dormida
Despierto con un dolor en mi espalda por haber dormido en el piso. Como era costumbre, me levanté para prepararte el desayuno, pero grande fue mi sorpresa verte cantar mientras cocinabas y por un momento pensé que todo iba a volver a la normalidad, que volveríamos hacer los mismos, pero te das la vuelta y el verme tu sonrisa desaparece, para colocar una mirada seria.
- Buenos días, amor - me acerco y trato de darte un beso en tu mejilla, pero me das un empujón y sales de la cocina dejándome un gran dolor en mi pecho
Termino de arreglar unos libros del pequeño estante que teníamos al lado del televisor, al darme la vuelta te veo bajar con un traje negro que hacía juego con una camisa blanca, tenía los primeros botones sueltos, unos zapatos negros y tenías tu cabello hacia atrás y no iba a negar que te veías demasiado sexy así. Te miras en el espejo que queda al lado de la puerta, y sin despedirte sales de casa, dejándome con una gran duda y de nuevo ese vacío y dolor en mi pecho.
- Debe de ser por negocios - me dije a mi misma para calmar el dolor
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- Así que lleva así ya tres meses? - dice mi mejor amigo - Gina... no será que... - me mira con preocupación
- Quiero pensar que no es eso Tom - miro mis manos - y si fuera eso, ya nos habríamos divorciado... no crees? - dije más como pregunta qué afirmación
- Y qué tal si está esperando que te canses del trato que te da para que tu pidas el divorcio? - toma mi mano
Esas palabras me hicieron sentir de nuevo dolor en mi pecho, era algo tan horrible sentir esto, sentía que me ahogaba que no podía respirar correctamente, tenía miedo de que en algún momento podría perderte y yo estaría preguntándome el porqué de tu partida.
Decidí cambiar el tema y hablar de otras cosas con Tom, aprovechamos y compramos ropa y un pequeño detalle para su novio que dentro de dos días estarían cumpliendo dos años de novios. Tom me llevó a casa y antes de irme me da un abrazo.
- Recuerda que yo siempre estaré para ti, pase lo que pase Gina - me da un beso en la mejilla
Con cuidado entro a casa y dejó las compras en la mesa de centro, me quito mi abrigo y mis zapatos, voy a la cocina y tomo un vaso para llenarlo de agua, mientras lo tomo, ciento unas manos tomar mi cintura con cariño por lo que me sorprendo y te miro.
- Jac-Jackson... - dije sorprendida
- ¿Dónde estabas? - dices al momento de unir nuestros labios
Volver a sentir tus labios era algo que creí que nunca volvería a pasar, no pude evitar soltar un pequeño jadeo de satisfacción, tus labios eran igual de suaves y dulces como la primera vez que los probé, y tus caricias tan delicadas que me hacían perder las fuerzas de mis piernas.
Tus besos llegan a mi cuello haciéndome soltar uno que otro gemido, pero todo inicio de placer se va, al ver el cuello de tu camisa con rastro de labial rosado, y un chupetón en tu cuello que no era hecho por mí, con delicadeza te alejo y evitó mirarte para no romper en llanto frente de ti.
- No me siento bien... iré a descansar - me doy la vuelta para irme, pero siento como tomas mi mano y por primera vez siento que ese simple toque me quema por completo y como reflejo la alejó con brusquedad - ¡NO ME TOQUES! - dije en un grito y salgo corriendo a mi cuarto
Cierro la puerta con fuerza y le colocó seguro para tener privacidad, coloco mi frente en la puerta y empiezo a llorar de forma silenciosa, pasan unos minutos y escucho tus pasos parar enfrente de mi puerta, das tres golpes en espera de que te abra, pero no tenía ganas de verte, ni de escucharte. Pero de igual forma seguiste insistiendo.
- Gina amor abre por favor - mi mente te pedía que te fueras, que me dejaras sola, pero seguías dando golpes en la puerta
- Amor dime que tienes... no me moveré de aquí hasta que me abras la puerta - siento dolor al escuchar de nuevo esa palabra salir de tu boca "amor" esa palabra empezaba a lastimar más mi corazón.
Dejas de dar golpes, pero logro escuchar cómo te recargas en la puerta y empiezas a bajar hasta sentarte en el piso, y soltar un profundo suspiro. Hubo un largo silencio por parte de los dos, solo se lograban escuchar nuestras respiraciones. Trataba de mantenerme despierta pero mis párpados pesaban y de a poco empecé a cerrar mis ojos, traté de abrirlos de nuevo al escucharte hablar.
- Gina yo... - pero el sueño y el cansancio me ganó y terminé cerrando mis ojos por completo.
❣ "Cada vez que cierro mis ojos, sueño con tu hermosa sonrisa y tu voz llamándome, despierto mirando a mi lado, pero solo veo el vacío y siento el frio que hay, haciéndome recordar que tú ya no estas" ❣
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HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE
Fiksi RemajaGina Torres y Jackson Martínez, una pareja de recién casados, los primeros tres meses era de felicidad y amor, pero un repentino cambio de Jackson hizo que la historia de estos dos cambiará.