Dime tu nombre

III

Esa tarde la mamá de Maximiliano no podría ir a buscarlo, eso significaba que debía volver a su casa en micro, una micro llena de simios hormonales con olor a axila. Maximiliano prefería tomar un recorrido que durara media hora mas, a que compartir un espacio cerrado con los simios. 

Así que se dirigió al paradero donde pasaba la micro del recorrido más largo, mientras esperaba pudo ver como una silueta se le acercaba, era el, era Pablo. 

A Maximiliano no le gustaba la forma en como se sentía cada vez que veía a Pablo, en su mente creía que estaba mal, que no eran cosas que debía sentir por su compañero, menos por un hombre.

Pablo se acercó con una cara sonriente y le habló:

- Hola Max, ¿puedo decirte Max cierto? - preguntó Pablo.

- Ay, no ahora por favor - pensó Maximiliano - Eh... si...

- Nunca te había visto en este paradero, ¿acaso a ti no te venía a buscar tu mamá? - dijo Pablo.

- Espera... ¿tu como sabes eso si ni siquiera sabías que estaba en tu mismo curso? - Maximiliano preguntó confundido.

Pablo sabía que había metido la pata, ni siquiera había terminado el segundo paso de su plan y ya la había cagado. Tan solo pudo improvisar y decir:

- Es que te vi algunas veces - dijo nervioso.

Maximiliano estaba deseando que Pablo recibiera una llamada de sus amigos o algo así, quería que Pablo se fuera para no seguir sintiéndose así.

Una micro se acercaba y Maximiliano trato de limpiar sus lentes que se habían empañado por la lluvia y su aliento, se estaba sintiendo nervioso por que no podía ver el numero de recorrido de la micro, así que no le quedo mas remedio que pedirle ayuda a Pablo.

- Eh... disculpa, ¿podrías decirme cual es el recorrido de la micro por favor? - pregunto Maximiliano nervioso.

Pablo nervioso y con la cara sonrojada le contesto: 

- Ah... si si... es la 116, es la mía, ¿es la tuya también? - termino de preguntar Pablo entusiasmado.

Maximiliano sentía como la sangre dejaba su cuerpo, y con la poca voz que le quedaba logro responder:

- ...si... 

- ¡Bien entonces nos iremos juntos!.

Pablo se sentía entusiasmado, su casi fracaso al principio se compensaría con esto, nunca creyó que podría viajar en micro con Max. Solo esperaba que esto los acercara mas.

Maximiliano por otro lado quería que la tierra lo tragara.

Finalmente se subieron a la micro, esta estaba vacía, por lo tanto Maximiliano no tenía excusa para no sentarse con Pablo.

Pablo en cambio tenía una excusa para sentarse con Max.

Final mente se sentaron, Pablo a la ventana y Max en el pasillo, los dos se sentían nerviosos al estar tan cerca del otro. Maximiliano quería que el viaje terminara luego, Pablo que no terminara nunca.

Ese día el recorrido de la micro sería más largo, nadie habría pronosticado el atochamiento de tres cuadras de vehículos.