Semana tres. Había terminado el ultimo periodo, y con este terminaba una prueba. Era una prueba importante, por lo tanto tuvieron que estudiar bastante, todas las tardes durante una semana. Pero en estas tardes no habían miradas ni caras rojas. Solo estudio.
Los dos estaban agotados mentalmente. Pablo tenía una idea, quería llevar a Maximiliano a uno de sus lugares favoritos, así podrían relajarse solos los dos.
Pablo le propuso la idea a Max, el no se podía negar, había visto la emoción que le mostro Pablo, y no quería decepcionarlo, tenía un buen presentimiento de lo que podría pasar. Se dirigieron a un paradero diferente esta vez, iba al otro lado del pequeño pueblo, a la parte mas rural. El viaje seria largo, Maximiliano conocía un poco el recorrido, sabía donde iba la micro, pero no sabia donde iban ellos. Pablo quiso dejarlo todo en secreto, no le dijo nada, incluso cuando fueron a comprar comida para llevar, incluso cuando Maximiliano tuvo que avisarle a su mamá que no irían a almorzar. Sorprendentemente Maximiliano no estaba nervioso, se sentía en parte emocionado.
Pablo ya no podía de la emoción, este lugar era tan importante para el, ni siquiera se lo había mostrado a sus mejores amigos. La micro se acercaba a lo lejos, era la única que pasaba por ahí así que no debían preocuparse por la linea. Se subieron, y como siempre se sentaron juntos, ahora ya no les incomodaba la cercanía, de hecho sentían que debían estar mas cerca. Esta vez no hablaron, Maximiliano veía como los ojos de Pablo se llenaban de emoción al ver el camino, al ver los arboles pasar, sin darse cuenta sonrió, Pablo se dio cuenta por el rabillo del ojo y le sonrió de vuelta. Esta vez no hubo sonrojos, simplemente dos sonrisas sinceras.
...
Se bajaron en un paradero casi consumido por la maleza, y al frente de este había un camino, el letrero al costado del camino decía: RIO A 500 METROS. Maximiliano no se dio cuenta cuando Pablo ya estaba a mitad de calle dirigiéndose al camino delante de ellos. Maximiliano lo siguió corriendo, y así caminaron por un pasaje lleno de arboles que se cerraban y se unían sobre ellos. Mientras mas avanzaban, había mas belleza natural, Maximiliano nunca había visto algo así, tan hermoso, y de inmediato pensó en Pablo, lo miro, y este iba al lado suyo mirando de la misma forma los arboles, aunque tuvieran todo el ancho del camino nunca se separaron del lado del otro.
Llegaron al final del camino de arboles, y delante suyo se extendía un campo lleno de margaritas y arboles mas viejos que sus padres. En medio del campo se abría camino un rio de agua tan cristalina como el vidrio. Maximiliano estaba maravillado por tan semejante escena, que sería interrumpida por Pablo gritando y corriendo en dirección a un árbol a la orilla del rio. Maximiliano lo siguió y mientras corría sentía como el aire limpio le limpiaba los pulmones y la cabeza. Los dos se tiraron bajo el viejo árbol, y rieron como el día en que viajaron en micro juntos por primera vez.
Después de tanta risa, Maximiliano vio una figura alta a su lado izquierdo. Era Pablo, se estaba sacando la chaqueta de cuero, Maximiliano no sabia si el sonrojo en sus mejillas era por la risa o por sus emociones. Pablo después procedió a sacarse su camisa y los pantalones, y se dio cuenta de la mirada clavada en su espalda. Se dio vuelta y con una sonrisa le dijo:
- Que te quede claro que no te traje aquí para mirar el agua correr - dijo, para después tirarle la ropa en su cara.
Maximiliano se sentó para ver a Pablo correr en dirección al rio y zambullirse. Pablo lo llamaba a gritos para que se fuera a bañar con el. Maximiliano se desvistió lo mas rápido posible y fue a el, al llegar al rio no vio a Pablo por ninguna parte, era difícil ver con la sombra del árbol sobre el rio. Se estaba asustando hasta que vio salir del agua a Pablo, salpicándole en todo el cuerpo con el agua fría. Los dos se rieron como niños pequeños. Maximiliano se saco los lentes y entro en el agua.
Jugaron toda la tarde en el agua, entre pequeños roces "accidentales", disfrutando de la compañía del otro.
Después de horas salieron del agua y se tiraron en el pasto a esperar a que sus cuerpos se sequen. Lo único que se escuchaba era la respiración de ambos, y alguna vaca que se quejaba en el fondo. Pablo se giro sobre su costado, y se dedico a contemplar el perfil de Maximiliano, y como las gotas caían por su cuerpo, se rehusaba a mirar mas, para no terminar con un accidente. Maximiliano sintió su mirada y se la devolvió sin moverse. Pablo en un impulso se levanto y se acerco a Maximiliano, parte de su instinto le decía que se detuviera, pero como un imán su cuerpo lo atraía mas hacia el otro.
Maximiliano podía sentir la respiración de Pablo mezclarse con la suya, sabía en el fondo lo que venía, y sabía que en el fondo quería que pasara.
Pablo puso una mano en el pecho desnudo de Max, y se inclino mientras le rezaba a Dios y al Diablo para que no lo sumergieran en la vergüenza de ser rechazado.
Ambos cerraron los ojos y todos sus sentidos se bloquearon, lo único que sintieron fue el roce de sus labios, uniéndose y mezclándose. Pablo se sentía mas relajado al ver que Maximiliano no lo rechazaba. Maximiliano por otra parte estaba sintiendo todo tipo de emociones, encerró en el fondo de su cabeza los pensamientos que le decían que lo que estaba haciendo estaba mal, aunque tuviera la mitad del cuerpo de Pablo encima, nunca se había sentido mas libre. Se había dado cuenta que ya no había necesidad de esconderlo.
Y luego comenzó el movimiento.
Parte I
"Aprobado" por la fer.
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Dime tu nombre
FanfictionPablo es abierto a sus sentimientos, y esta dispuesto a seguirlos. Maximiliano los ignora pero aprenderá a aceptarlos. Juntos recorrerán un camino lleno de emociones.